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Laboratorio de Baric bajo la lupa: un desconocido armario de "super virus" en EE.UU.

Pueblo en Línea  2021:08:10.15:54

Profesor Ralph S. Baric. (Foto: captura de Pantalla de MIT Technology Review)

Por Zheng Yi

Así como algunos políticos republicanos de Estados Unidos han apostado en un informe publicado el 2 de agosto de 2021 por la llamada "teoría de la fuga de laboratorio", calumniando al Instituto de Virología de Wuhan y afirmando que hay "amplia evidencia" de que el COVID-19 "se filtró de un laboratorio chino", también existe una solicitud para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) investigue el laboratorio Fort Detrick, sede del Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de EE. UU. Hasta el 8 de agosto la petición tenía 25 millones de firmas.

Una investigación en Fort Detrick está justificada. Allí se almacenan algunos de los virus más letales e infecciosos del mundo. Asimismo, ese centro tiene un notorio historial de incidentes de fugas que han amenazado la seguridad humana. Asimismo, en el esfuerzo internacional por rastrear el origen del COVID-19, la comunidad global también merece la investigación de otro lugar altamente sospechoso: el laboratorio del profesor Ralph S. Baric, de la Universidad de Carolina del Norte (UNC-Chapel Hill).

Perfil del profesor Ralph S. Baric en la Universidad de Carolina del Norte. (Captura de pantalla del UNC Gillings School of Global Public Health)

Oscuros experimentos

Dirigido por el virólogo Ralph S. Baric, un científico que se especializa en el estudio de los coronavirus (CoV), su laboratorio es el responsable de los avances globales de UNC-Chapel Hill en esa línea de investigación.

De acuerdo al portal digital de UNC-Chapel Hill, "el Laboratorio Baric utiliza los coronavirus como modelos para estudiar la genética de la transcripción ARN, replicación, persistencia, patogénesis, genética y transmisión entre especies del virus ". En pocas palabras, el profesor Baric y su equipo son capaces de modificar un determinado virus según el segmento genético.

Lo que es digno de mención es la llamada "ganancia de función", su magna investigación durante 20 años. El propio Baric precisó en julio a MIT Review que su investigación se centra en "la introducción de una mutación que mejora la función o la propiedad de un gen", aunque lo que hace que tales experimentos sean sospechosos es que pueden amplificar la contagiosidad de un virus, facilitando la infección en animales, e incluso en seres humanos. Para Baric, estas medidas están diseñadas para preparar a los seres humanos ante epidemias de cualquier tipo como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) o el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS).

Las condiciones científicas altamente adecuadas que Baric y su equipo poseían, incluso antes de la pandemia de COVID-19, hacen inevitables las sospechas sobre el proceso de rastreo del origen del COVID-19.

"Con un entorno más maduro para la síntesis y las operaciones de virus de laboratorio, así como más casos de fugas de virus que han sido históricamente comprobadas, es mucho más probable que el coronavirus se filtrara de los laboratorios estadounidenses si la afirmación de “fuga de laboratorio” llegara a ser cierta", aseguró el especialista chino en bioseguridad Li (seudónimo), quien trabaja en un instituto de investigación del este de China.

Notorio registro de fugas de laboratorio

Siendo el biólogo de coronavirus más importante de Estados Unidos y uno de los mejores del mundo, Baric y su laboratorio obtenían grandes cantidades de fondos del gobierno estadounidense. Debido a los frecuentes incidentes ocurridos a lo largo de los años, en el 2014 la administración Obama detuvo la financiación a Baric.

Sin embargo, de acuerdo a la MIT Technology Review del 29 de junio, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) incluyeron junto con la prohibición una cláusula que otorgaba excepciones, y rezaba "si el jefe de la agencia de financiación determina que la investigación es urgentemente necesaria para proteger la salud pública o la seguridad nacional". El laboratorio de Baric continuó su experimento de ganancia de función sobre el coronavirus, y no solamente se le permitió continuar sino que también todos los estudios solicitados recibieron exenciones. Las restricciones de financiación se levantaron en 2017 y se reemplazaron por un sistema más indulgente. No es de extrañar que Baric y su laboratorio hayan suscitado enormes preocupaciones entre la opinión pública.

Desde el 1º de enero del 2015 hasta el 1º de junio del 2020, UNC-Chapel Hill reportó 28 incidentes de laboratorio que involucran a "organismos genéticamente modificados", seis de los cuales involucraron "varios tipos de coronavirus creados en laboratorio", afirmó ProPublica, una redacción independiente y sin fines de lucro con sede en la ciudad de Nueva York que produce periodismo de investigación. Este información fue proporcionada a ProPublica por la UNC, y también incluída en el propio informe anual de la UNC.

Cobertura de noticias sobre los incidentes de laboratorio reportados por UNC-Chapel Hill el 7 de agosto del 2020. (Captura de pantalla: ProPublica)

Un incidente aterrador registrado en abril de 2020 señaló que "un científico de la UNC se sometió a 14 días de auto-cuarentena en casa después de que una mordedura de ratón causara una exposición potencial a una cepa de SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, que había sido adaptado para el crecimiento en ratones".

Este incidente es sólo la punta del iceberg. Entre los 107 casos de filtraciones que la UNC reportó en sus propios informes anuales entre el 2015 y 2018, seis podrían ser considerados directamente responsables de una ola fatal de infecciones que amenazaron a toda la raza humana.

"UNC se negó, en contra de las directrices de los NIH, a responder preguntas sobre los incidentes y a revelar detalles clave, incluidos los nombres de los virus involucrados, la naturaleza de las modificaciones realizadas a ellos y los riesgos que plantearon", asegura ProPublica.

Si el WIV necesita llevar a cabo una investigación transparente para el rastreo del origen del COVID-19, entonces UNC-Chapel Hill, Ralph Baric y el laboratorio de Baric, con el que WIV cooperó en 2015 y no ha estado dispuesto a abrir y compartir sus datos con el mundo, deberían ser los primeros en ser investigados.

"Una lata de gusanos"

The Insider escribió el 3 de junio de este año que "el personal de dos oficinas del gobierno de Estados Unidos advirtió a los líderes del país que no siguieran llevando a cabo una investigación sobre los orígenes del COVID-19", porque "abrirían una lata llena de gusanos", indicó un memorandum interno visto por Vanity Fair. La pregunta sigue siendo, ¿qué quieren decir con "una lata llena de gusanos"? ¿Qué "gusanos" tienen miedo de dejar salir? ¿Esto indica que saben algo que el gobierno estadounidense no querría que la gente supiera si siguen indagando?

"Con la investigación sobre el equipo de Baric y su laboratorio, quedará claro si la investigación sobre el coronavirus generó el nuevo coronavirus o no", destacó Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, durante su rueda de prensa del 30 de julio.

Para el público, la pregunta final es tan simple como la lógica común: el equipo internacional de la OMS vino dos veces a China para investigar y visitó varios lugares, incluido el Laboratorio de Wuhan. ¿Por qué habría que dejar sin investigar a Baric? 

(Web editor: 周雨, Zhao Jian)

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