El maestro de educación especial Liu Lingli demuestra a un estudiante cómo pronunciar una palabra en Hengyang, provincia de Hunan, 23 de junio del 2021. (Foto: China Daily)
El ejemplo y situación de una vecina que no podía oír ni hablar se convirtió en inspiración para que una adolescente de Hengyang, provincia de Hunan, decidiera estudiar educación especial.
"Esa señora era muy amable con los niños del barrio, aunque no sabíamos lo que nos intentaba expresar con su lenguaje de señas", recuerda Lingli Liu, quien ahora enseña en una escuela para niños con discapacidades en Hengyang.
"Ella era analfabeta y no podía encontrar trabajo. Peor aún, su esposo no era amable con ella", recordó Liu, diciendo que la situación de la vecina la llevó a tener compasión por las personas discapacitadas.
Liu finalmente se matriculó en una universidad centrada en la educación especial en Nanjing, provincia de Jiangsu. Allí aprendió a enseñar a las personas que no pueden oír, hablar o ver o que tienen discapacidades de aprendizaje.
Después de graduarse en 1991, fue contratado por una escuela de educación especial en Hengyang. Los 300 estudiantes sufren de algún tipo de discapacidad.
Liu cuida de los estudiantes sordomudos.
"Una vez que los discapacitados estén alfabetizados, tienen más posibilidades de obtener un trabajo y vivir una vida diferente", asegura Liu.
"Los maestros ponen mucho esfuerzo en su trabajo, ya que los niños sordos que no tengan conocimiento del lenguaje de señas no saben cómo aprender", agrega.
La labor es especialmente difícil para aquellos que enseñan a los estudiantes de primer grado.
"Somos maestros y niñeras", admite Liu.
La escuela ofrece tres años de capacitación preescolar y cursos anuales hasta el 12 grado.
"Nuestros estudiantes permanecen aquí más tiempo que aquellos que cursan en escuelas ordinarias", detalla Liu.
Liu enseña a los niños a usar el lenguaje de señas, pronunciar y escribir.
"También les indicamos a crear una rutina de estudio", precisa.
Los maestros de educación especial son, hasta cierto punto, terapeutas.
"Los maestros que se encargan de la clase de capacitación en idiomas son responsables de ayudar a los estudiantes a tener la rehabilitación auditiva del habla", explica Liu. "Y los maestros a cargo de los niños con discapacidades cognitivas les ayudan a saber cómo controlar sus movimientos y estado de ánimo".
En sus clases, Liu demuestra movimientos de la lengua para ayudar a sus estudiantes a entrenar sus habilidades vocales.
"Para aquellos estudiantes que no pueden oír ni hablar, el trabajo reside en aprender a usar sus órganos vocales", manifiesta.
Liu ha escrito un libro de texto sobre el entrenamiento de la lengua para mejorar la capacidad de hablar.
También ofrece "un método de enseñanza situacional adaptado a nuestros estudiantes que no saben cómo hacer las cosas en la vida cotidiana".
En la clase, por ejemplo, se establece una tienda de comestibles simulada y se alienta a los estudiantes a "comprar" lo que quieran. Liu hace la función de vendedora.
"Cultivamos su sentido de coordinación y espíritu de equipo", subraya Liu.
Aquellos estudiantes que progresan bien tienen la oportunidad de transferirse a escuelas regulares. Desde 2008, de la clase de Liu han sido transferidos a escuelas regulares unos 14 estudiantes que aprendieron a hablar con fluidez.
Los estudiantes provenientes de las escuelas de educación especial reciben una consideración distinta cuando hacen los exámenes de ingreso a la universidad. Algunos han logrado a ser admitidos por instituciones de educación superior.
"Cuando están bien educados, los estudiantes pueden trabajar y disfrutar de una vida normal", subraya Liu. "El conocimiento ayuda a cambiar el destino de los individuos".
En una fiesta de reunión para maestros y estudiantes celebrada el año pasado, Liu vio a una ex-alumna que ahora tiene tres hijos.
"Me siento muy feliz por ella y por los demás estudiantes. El objetivo final de la educación especial, y de la educación en general, es ayudar a los niños a tener habilidades en la vida y poder disfrutar de una existencia feliz".
Las sonrisas en los rostros de sus estudiantes son la fuente de la felicidad de Liu. Incluso cuando tenía problemas serios en casa, su preocupación por los estudiantes no se desvanecía.
En 2005, cuando Liu tenía 32 años, dio a luz a un niño que, a la edad de 7 meses, fue diagnosticado con sordera congénita. Ella piensa que su esposo se divorció de ella debido a la discapacidad del vástago.
Liu se esforzó por lograr un equilibrio entre el trabajo y la vida. Continuó enseñando su clase y también entrenó a su hijo, quien, al usar un dispositivo de escucha, pudo hablar cuando tenía apenas un año de edad. El joven actual de 16 años cursa la secundaria y obtiene buenas calificaciones.
Liu también ha apoyado financieramente a cuatro estudiantes para que puedan terminar sus estudios. Además, los fines de semana visita a niños que no pueden ir a la escuela debido a sufrir de discapacidades severas.
Kuang Mingsheng, director de la Escuela de Educación Especial de Hengyang, resaltó el compromiso amoroso de Liu con la enseñanza especial y sus estudiantes.
En junio, Liu fue reconocida por el Comité Central del Partido Comunista de China como miembro destacado del PCCh.
(Web editor: 周雨, Zhao Jian)