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Historia dolorosa pero inolvidable, recuerdan familiares de las víctimas de invasión militar de EE. UU. a Panamá

Xinhua  2021:12:10.08:49

BEIJING, 9 dic (Xinhua) -- "Este tatuaje que tengo en el brazo es la guitarra que a mi padre le encantaba tocar, representa este pedacito de historia inolvidable", rememora Brenda Bethancourt, embargada por el dolor cada vez que llega diciembre.

Cuando faltaban solamente unos pocos días para la Navidad, una repentina invasión militar cambió la vida de Brenda hace ahora tres décadas, cuando ella tenía 30 años.

En la madrugada del 20 de diciembre de 1989, Estados Unidos lanzó una operación militar, denominada "Causa Justa", con el pretexto de proteger tanto la vida como las propiedades de sus nacionales. Estados Unidos envió alrededor de 27.000 soldados, con el objetivo claro de invadir Panamá, donde tras derrotar a su ejército derrocaron también al Gobierno del país centroamericano.

"En los días posteriores a la invasión, si un carro no paraba según las instrucciones, ellos disparaban y los carros explotaban", recordó Brigitte, hermana de Brenda.

Esta invasión estadounidense ha sido condenada enérgicamente por la comunidad internacional. La Asamblea General de la ONU aprobó una resolución donde rechaza profundamente la invasión estadounidense, al constituir una "flagrante violación del derecho internacional y de la independencia, soberanía e integridad territorial" de Panamá.

Durante esta invasión, muchos soldados y civiles panameños murieron o resultaron heridos, varias zonas residenciales fueron destruidas y muchas otras personas desaparecieron; entre ellas, el padre de Brenda y Brigitte, Braulio Bethancourt.

Braulio era teniente de las Fuerzas de Defensa de Panamá. Cuando tuvo conocimiento de la invasión estadounidense sobre Panamá, llamó por teléfono a casa, dijo a su familia que estaba presenciando la llegada de tanques, helicópteros y aviones de EE.UU., pero también prometió a sus familiares que defendería la patria, pues "lo más importante para él era la dignidad patriótica".

El teniente Bethancourt nunca regresó a su casa. Brenda tenía la certeza de que su padre había muerto. Su hermana, sin embargo, se negaba a aceptarlo. "Como no teníamos el cuerpo, ni una sepultura digna de mi padre, mi hermana todavía le esperaba", declaró Brenda.

"Mi papá todavía está en todas mis memorias como si estuviera presente. Hay ocasiones en las que yo lo siento. En realidad, pensé que no estaba muerto", señaló Brigitte. Y añadió: "Yo estuve más de 30 años esperando a mi papá vivo".

"Hay muchas familias que no encuentran a sus seres queridos. Algunas ya desistieron, pero también hay muchas que no van a desistir", indicó Brigitte.

Desde principios de 2020, en una fosa común del Jardín de Paz de la capital Ciudad de Panamá, la Comisión 20 de Diciembre de 1989, junto con la Fiscalía y unos equipos forenses, llevó a cabo la exhumación de un total de 34 bolsas con restos "no identificados", los cuales fueron trasladados a la morgue para hacer varios análisis de ADN con familiares de personas desaparecidas tras la invasión.

"Me enseñaron una foto de mi padre. En la foto, mi papá está descompuesto, pero se reconoce. Como hija, le reconozco. Yo sé que ése es mi papá", afirmó Brenda.

Brigitte también estaba segura. "Esa foto nos llenó de alegría y tristeza. Era un sentimiento de: '¡Guau!', sabemos dónde está nuestro padre", dijo. Recordó que a su padre, Braulio, le encantaba la música. No sólo tocaba la guitarra. También tocaba el acordeón. Y el tambor. E, incluso, escribía canciones de vez en cuando.

Sobre esto último, Brigitte no pudo evitar cantar una canción que le escribió su padre. "Cada vez que hablo de mi papá, esta canción me viene a la memoria", señaló.

Para consolar a Brigitte, en un evento del Día de los Difuntos organizado por la escuela donde estudiaba su nieta, Emily Puello, ésta hizo un dibujo. Pintó una bandera estadounidense. Dibujó, también, una bandera de Panamá con sangre. Y un casco. Aquel fue un regalo perfecto para su abuela Brigitte. Y, en cierto modo, también fue un homenaje al bisabuelo que nunca había conocido.

"Panamá era un país bien alegre pero, a partir de la invasión, todo cambió. Nuestro país declinó", destacó Brigitte. Para ella, la invasión estadounidense "forma parte de la historia de Panamá. Está en nuestra historia. Y no la pueden borrar".

(Web editor: 吴思萱, Zhao Jian)

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