Por Zhang Hong
Ha pasado más de un mes desde que estalló el conflicto entre Rusia y Ucrania, y las ciudades en ruinas y los refugiados desplazados cuentan la crueldad de la guerra. Sin embargo, las bolsas de dinero de algunas personas resuenan en medio del humo de la pólvora. Como "iniciador" e "instigador" de este conflicto, Estados Unidos ha ganado mucho dinero.
El llamado complejo militar-industrial se refiere a los grupos de interés formados por las fuerzas armadas, la industria militar, el gobierno, el Congreso, etc. de EE. UU. que cooperan estrechamente y se coluden con los grupos de expertos y los medios de comunicación.
“La guerra es un gran negocio para Estados Unidos“, dijo Peter Kuznick, profesor de historia en la American University, señalando la naturaleza nacional del complejo militar-industrial estadounidense. En este sentido, el conflicto entre Rusia y Ucrania es la última "obra" cuidadosamente inventada por el complejo militar-industrial de EE.UU. para generar mucho dinero.
Los gigantes estadounidenses de la energía están ganando mucho dinero. Europa, que ha sido coaccionada por Estados Unidos para sancionar a Rusia, sufre escasez de petróleo y gas, pero la exportación de crudo de Estados Unidos ha aumentado significativamente. Las exportaciones de petróleo crudo de EE.UU. aumentaron a 3,8 millones de barriles por día el 18 de marzo, el nivel más alto desde julio de 2021, según mostraron datos del Departamento de Energía de EE.UU..
El país norteamericano también aprovechó para vender gas natural a Europa. El 25 de marzo, la Casa Blanca emitió un comunicado diciendo que trabajará con socios internacionales para proporcionar 15.000 millones de metros cúbicos de gas natural licuado a socios europeos este año.
Estados Unidos obtiene ganancias frecuentes en los mercados financieros. La agitación ha intensificado el pánico en los mercados financieros mundiales, y la Reserva Federal ha recurrido a una política monetaria más estricta, lo que ha hecho subir los rendimientos del Tesoro de EE.UU. La hegemonía del dólar estadounidense continúa consolidándose en medio del afligido mercado de capitales mundial. Como resultado, Estados Unidos puede una vez más jugar los viejos trucos de "aprovechar la situación para poner trampas contra los activos globales a fin de lograr sus propias metas de ganancias."
Es natural que el grupo de la industria militar estadounidense sea indispensablemente el que se beneficie de la guerra. Un paquete de ayuda de 800 millones de dólares, miles de misiles antitanque y antiaéreos, un pedido repentino de aviones de combate furtivos F-35... eso no es todo el beneficio generado por la guerra. Los precios de las acciones de las principales empresas industriales militares de EE.UU han aumentado considerablemente recientemente, y países europeos como Alemania, Suecia y Dinamarca han aumentado sus presupuestos de defensa, todo lo cual significa mucho dinero que van a ganar.
El refrán chino dice:"Una vez que se dispara el cañón, algunas personas saquearán sin sentido dinero público y privado durante la guerra y la agitación." Esto es un fiel retrato de Estados Unidos exagerando deliberadamente la amenaza de guerra, intensificando los conflictos regionales y luego chupando frenéticamente la sangre de países turbulentos, aliados y socios, e incluso del mundo.
Las guerras en Afganistán e Irak han traumatizado a Afganistán e Irak, pero la industria militar estadounidense ha prosperado gracias a esto. Según un informe sobre las tendencias mundiales de ventas de armas publicado por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo en Suecia, de 2017 a 2021, aunque el volumen del comercio mundial de armas cayó un 4,6 % en comparación con 2012 a 2016, las exportaciones de armas de EE.UU rompieron la tendencia y aumentaron un 14 %, y su participación global aumentó del 32 % al 39 %.
Estados Unidos está acostumbrado a obtener grandes ganancias y saquear la riqueza de los países en guerra, confiando en la llamada fuerza militar de "dominación del mundo". Ahora, Estados Unidos, que ha disfrutado de los dividendos de la guerra, está constantemente "alimentando" esta máquina de guerra que ruge sin sentido.
El 28 de marzo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó al Congreso un presupuesto para el año fiscal 2023, con un gasto en defensa de hasta 813.300 millones de dólares. Esta es la primera vez que el gasto en defensa de EE.UU. supera los 800.000 millones, y también es el presupuesto militar anual más alto en la historia de EE.UU. Detrás del gasto militar récord, un par de manos negras codiciando la riqueza de otros países están "entregando armas" al frente de la guerra mientras "cuentan dinero" a sus espaldas. El mundo debe estar en alerta máxima por esto.
(El autor es comentarista de la edición de ultramar del Diario del Pueblo)
(Web editor: Rosa Liu, Zhao Jian)