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La OTAN debería dejar de lado su obsesión de atacar a China

Xinhua  2022:04:11.08:24

BEIJING, 10 abr (Xinhua) -- El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha criticado a China una vez más de forma absurda por no condenar el conflicto militar entre Rusia y Ucrania y ha exagerado el papel de Beijing como una amenaza a la seguridad de la organización internacional.

La alianza militar liderada por Estados Unidos aún no ha reconocido el hecho de que es principalmente responsable por la crisis de Ucrania y el deterioro de la seguridad europea. En cambio, la OTAN ha optado por echar culpas sobre otros y hacerse la víctima.

Irónicamente, mientras acusa a China de ejercer una "diplomacia coercitiva", el bloque ha estado ocupado coaccionando a otros países para que tomen partido. A propósito, la afirmación de que China está difundiendo desinformación durante la crisis de Ucrania es una aseveración desinformativa en sí misma.

Como pantallas de humo típicas del astuto juego político de Occidente para difamar a China, utiliza etiquetas como "amenaza de China" y "diplomacia coercitiva", que son simplemente tonterías.

A lo largo de los años, la alianza militar encabezada por Estados Unidos ha sido un brabucón disfrazado de pacificador, que se entromete repetidamente en asuntos regionales e internacionales bajo el velo de "derechos humanos, democracia y paz".

Sus operaciones militares, lanzadas directa o indirectamente bajo la apariencia de "intervención humanitaria" y "antiterrorismo", han causado estragos terribles en Siria, Afganistán, Libia y la ex Yugoslavia, entre otras regiones. Las consecuencias de las operaciones (innumerables bajas civiles, pérdida de propiedades y gobiernos en crisis) ascendieron a verdaderos desastres humanitarios.

Como reliquia de la Guerra Fría, la OTAN, que debería haberse disuelto hace mucho tiempo, se ha expandido locamente hacia el este a pasos agigantados, sin tener en cuenta las legítimas preocupaciones de seguridad de Rusia y llevándola al borde de la confrontación.

Tras el estallido del conflicto militar entre Rusia y Ucrania, los países de la alianza se unieron apresuradamente a Washington para obstruir un acuerdo político, avivar las llamas y magnificar el conflicto regional, proporcionando dinero y armas a Ucrania y azotando a Rusia con sanciones generalizadas e indiscriminadas.

La OTAN ahora cosecha lo que siembra. El actual e intensificado conflicto corroe la seguridad y la economía de Europa y amplia las divisiones en todo el mundo. Y, a fin y a cabo, es la gente de a pie la que sufre las consecuencias.

Lo que el bloque ha buscado durante mucho tiempo es mantener la hegemonía y buscar su seguridad absoluta sin tener en cuenta los intereses de los demás.

Con este fin, los políticos egoístas dentro de la alianza han estado repitiendo la hipérbole de la "amenaza de China" como una herramienta política útil para generar miedo, emitir sanciones y fomentar la confrontación ideológica en la búsqueda de sus propias agendas geopolíticas.

Tales intentos de llevar adelante el "legado" de la Guerra Fría de confrontación de bloques y juegos de suma cero y retratar a China como el próximo "archienemigo" han puesto en peligro la paz y la seguridad mundiales y son profundamente anacrónicos en el mundo multipolar de hoy en día, donde el multilateralismo y la globalización son la norma.

Desde el estallido del conflicto militar entre Rusia y Ucrania, China, con una actitud objetiva y justa, ha estado trabajando activamente para lograr el cese de las hostilidades lo antes posible, evitando una crisis humanitaria y restaurando la paz y la estabilidad.

A Beijing no le interesa demarcar límites ideológicos ni participar en medidas de bloque para crear confrontación y división. Por el contrario, adhiere a una política exterior independiente de paz y llega a sus propias conclusiones sobre los fundamentos de un tema.

El mundo no necesita una nueva Guerra Fría. La OTAN debería descartar este tipo de mentalidad y trabajar junto a Rusia, Ucrania y otros países para construir una estructura de seguridad europea equilibrada, eficaz y sostenible a través del diálogo y la negociación.

(Web editor: 吴思萱, Zhao Jian)

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