(Caricatura: Ma Hongliang)
Por Gao Ge
Después de la Guerra Fría, no había razón para que la OTAN siguiera existiendo. Sin embargo, el bloque militar, en lugar de desintegrarse como el Pacto de Varsovia, se convirtió en una herramienta del poder estadounidense que ha buscado la polarización y la hegemonía mundial.
Si bien todas estas acciones no estaban obviamente asociadas entre sí, Washington tenía un objetivo en la planificación de estos eventos. El objetivo de Washington era mantener la hegemonía estadounidense en todo el mundo mediante la creación de un "caos controlable". Estados Unidos tiene décadas de experiencia en este sentido. Lo confirman sus guerras en Irak, Afganistán y Siria.
La OTAN sirvió repetidamente como peón de Estados Unidos, apoyándolo en la guerra de Afganistán y los ataques aéreos en Siria. Estas operaciones militares, llevadas a cabo por los Estados Unidos bajo el disfraz de la "paz", la "democracia" y los "derechos humanos" causaron masivas víctimas civiles y grandes daños materiales.
La crisis de Ucrania demuestra una vez más que la hegemonía estadounidense es la mecha de la inestabilidad global, y que Estados Unidos es el mayor perpetrador de la agitación en el mundo.
(Web editor: Rosa Liu, Zhao Jian)