El presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Jorge Rodríguez (i), y la segunda vicepresidenta, Vanesa Montero (d), reaccionan durante una sesión de la Asamblea Nacional venezolana en el Palacio Federal Legislativo, en Caracas, Venezuela, el 7 de junio de 2022. La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó el martes un acuerdo en rechazo a la exclusión de algunos países de la región por parte de Estados Unidos a la IX Cumbre de las Américas. (Xinhua/Marcos Salgado)
La Cumbre de las Américas programada para celebrarse en Los Ángeles entre el 6 y el 10 de junio enfrentará una situación incómoda. Hay muchos países de la región que no asistirán a la cumbre celebrada por Estados Unidos debido a la negativa de Washington a invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua apelando a la excusa de la "democracia". Ante el hecho, países líderes de la región como México han expresado su oposición.
Los analistas chinos dijeron que esto demuestra que América Latina ya no es un "patio trasero" de Estados Unidos, y en comparación con la última vez que Estados Unidos celebraró una cumbre de este tipo en 1994, la disminución de la hegemonía estadounidense hoy en día significa que Washington no puede evitar que el continente busque su autonomía y su desarrollo basados en los propios intereses de los países latinoamericanos.
A pesar de las advertencias del presidente de México de no asistir a la reunión a menos que todos los países del hemisferio occidental fueran invitados, la administración Biden ha tomado la decisión de excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua de la Cumbre de las Américas.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, destacó en una conferencia de prensa habitual, celebrada este lunes, que la situación actual demuestra que la mentalidad de Estados Unidos impulsada por la "Doctrina Monroe" y su truco de usar la "democracia" como una herramienta para interferir y dividir a los países ya no son bienvenidos en el continente latinoamericano.
"América Latina no es ni un 'patio delantero' ni un 'patio trasero' de Estados Unidos, y la Cumbre de las Américas no es 'la Cumbre de América'. Como anfitrión, Estados Unidos necesita detener todos sus enfoques hegemónicos, proporcionar respeto concreto a los países de América Latina y el Caribe, escuchar humildemente la voz de la justicia de la mayoría del continente, hacer que la cumbre se centre en las preocupaciones compartidas de la región, impulsar la cooperación y la unidad, y mejorar la felicidad de las personas”, señaló Zhao.
Guo Cunhai, experto en estudios latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales, manifestó en Beijing que la situación se produce en el contexto del reciente giro a la izquierda en América Latina y el Caribe, que no tiene precedentes e influye en muchos más países de la región que en épocas pasadas. Y agregó que los países de la región ahora están más unidos y dispuestos a librar al continente del control estadounidense y tomar más decisiones independientes basadas en sus propios intereses.
"Actualmente, no solo México y Argentina, sino también es muy probable que Brasil vea un giro a la izquierda en las elecciones de este año, e incluso Colombia, un país que solía tener estrechos vínculos con Estados Unidos, es probable que tomen el poder los líderes de izquierda. Esto demuestra que la política de Estados Unidos hacia América Latina no ha podido cuidar los intereses de los países de la región, y solo los ha hecho sentir intimidados y presionados", recalcó Guo.
Los expertos chinos consideran que el pueblo en casi todos los países latinoamericanos tiene malos recuerdos de la hegemonía estadounidense, ya que Washington ha apoyado directa o indirectamente el tráfico de drogas, la venta de armas y la corrupción regional, y cuando Estados Unidos solía ser lo suficientemente poderoso, no le importaba la soberanía de esos países y lanzaba invasiones, revoluciones de color e incluso asesinatos para derrocar a los gobiernos que no le convenían.
Cuando la hegemonía estadounidense está disminuyendo y no tiene más recursos con los que jugar a "zanahoria y palo", estos países se unirán y buscarán más autonomía, y la administración Biden ha utilizado el enfoque equivocado en el primer paso del esfuerzo por restablecer los lazos con América Latina: tratar a los países latinoamericanos de manera diferente en función de las preferencias de Estados Unidos, añadieron los expertos.
Disminución de la hegemonía estadounidense
Según la VOA, cuando Estados Unidos expresó el año pasado que sería sede de la Cumbre de las Américas de 2022, "los funcionarios tenían grandes esperanzas de que el evento ayudara a reparar el daño de la era Trump a las relaciones, y reafirmara la primacía de Estados Unidos" sobre la creciente influencia de China en América Latina.
Pero estas altas expectativas se han desvanecido. Incluso la VOA reconoció que "la discordia ideológica sobre a quién invitar, el escepticismo sobre el compromiso de Estados Unidos con América Latina y las bajas expectativas en acuerdos importantes en temas como la migración y la cooperación económica ya han empañado el evento".
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que no asistirá a menos que se invite a todos los gobiernos de las Américas, independientemente de sus tendencias políticas. Los líderes de Brasil, Argentina, Bolivia, Honduras, Guatemala y varios estados del Caribe también han declarado que no irán por la misma razón, y en su lugar enviarán delegaciones de mediano perfil.
Heinz Dieterich, sociólogo y analista político alemán de renombre mundial que trabaja en México, declaró que "las élites de poder gobernantes de Estados Unidos están totalmente enajenadas de la realidad actual" al tratar con los países del hemisferio occidental.
La decisión de Estados Unidos se basa formalmente en el Artículo 19 de la Carta Interamericana de la Democracia, impuesta en la Organización de los Estados Americanos en Lima, 2001, por el ex Secretario de Estado de los Estados Unidos, Colin Powell. El artículo establece que "cualquier alteración o interrupción inconstitucional del orden democrático en un estado del Hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del gobierno de ese Estado en el proceso de Cumbres de las Américas".
"La verdad histórica es que no hay otro estado en el hemisferio que haya destruido gobiernos e instituciones más democráticos en el hemisferio, y a nivel mundial que el imperialismo angloamericano: Estados Unidos y Reino Unido, a través de intervenciones directas, revoluciones de color, sanciones económicas, bloqueos, etc.", reiteró Dieterich.
El embajador cubano en China, Carlos Miguel Pereira, comentó que si Estados Unidos todavía quiere tomar a América Latina como su propio patio trasero, ahora tal idea no funcionará porque América Latina ya no es lo que Estados Unidos imagina. La región ha marcado el comienzo de nuevos cambios.
Sostiene Pereira que la decisión de Estados Unidos de excluir a países como Cuba de esta cumbre la ha condenado al fracaso, y lo que Estados Unidos está tratando de lograr a través de esta cumbre no tendrá ningún impacto real en la región latinoamericana.
Por su parte, Guo recordó que Estados Unidos no ha recibido apoyo de la mayoría de los países latinoamericanos por sus sanciones y acusaciones contra Rusia después de que comenzó el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que demuestra que los países de la región están buscando un camino de autonomía en lugar de seguir ciegamente a Estados Unidos en todos los temas.
Los analistas también han explicado que Washington siempre quiere utilizar la creciente influencia de China como pretexto para asustar y presionar a los países de la región, y para movilizar sus recursos internos para competir con China allí, pero de hecho, esto ofende a los países latinoamericanos, porque en comparación con el enfoque hegemónico de Estados Unidos en la región que solo sirve a los intereses de Estados Unidos, la mayoría de los países han encontrado que la Iniciativa de la Franja y la Ruta propuesta por China y otra cooperación con China son verdaderamente mutuamente beneficiosas y no sirven a los intereses de Estados Unidos.
China seguramente será la nación más bienvenida en la región, y el esfuerzo de Estados Unidos para interrumpir el desarrollo de los lazos entre China y América Latina está desafiando la autonomía de los países relevantes, y coloca su hegemonía sobre los intereses de otros países, añadieron.
Para Ricardo Guerrero, analista y experto legal de México, "cualquiera que sea el resultado (de la Cumbre de las Américas), se espera una cumbre controvertida, conflictiva y marcada por el cisma entre América Latina y Estados Unidos”.
“Los países latinoamericanos también se enfrentan a Estados Unidos para demostrar que ya no quieren ser el patio trasero de nadie. El mensaje ha sido enviado: si América Latina se ensambla como un todo, es una pieza a tener en cuenta en el tablero geopolítico mundial", concluyó Guerrero.
(Web editor: 周雨, Zhao Jian)