BEIJING, 18 jun (Xinhua) -- El presidente Xi Jinping ha liderado una lucha resuelta contra la desertificación, con "un cambio histórico" acaecido en medio de una exploración apasionada del país en busca de formas de frenar la expansión de los desiertos.
Más de la mitad de la tierra desertificada manejable de China ha sido restaurada durante la última década, informó la Administración Nacional de Silvicultura y Praderas (NFGA, siglas en inglés) el viernes, el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
Un cambio histórico ocurrió simultáneamente. La desertificación ya no obliga a las personas a arrinconarse, sino que se logró contenerla mediante la forestación.
La extensión de las tierras desertificadas en China se ha reducido en más de 4,33 millones de hectáreas desde 2012. Una serie de proyectos de grandes dimensiones formaron gradualmente una barrera ecológica verde a lo largo de la línea de tormentas de arena en el norte de China. En particular, las tres áreas arenosas principales de Maowusu, Hunshandake y Horqin, y las áreas circundantes del desierto de Kubuqi, se han transformado en oasis.
Tales logros han sido posibles gracias al hecho de que el presidente Xi Jinping subrayó la necesidad de adoptar un enfoque holístico para conservar y restaurar ecosistemas de montañas, ríos, bosques, tierras de cultivo, lagos, praderas y desiertos.
Hizo hincapié en incluir los "desiertos" en el trabajo de conservación ecológica cuando participó en 2021 en una deliberación con legisladores nacionales de la región autónoma de Mongolia Interior, en el norte de China.
China ha reafirmado sus credenciales en el control de la arena al hacer enormes esfuerzos para mejorar las leyes pertinentes, explorar nuevas técnicas y lanzar proyectos ecológicos.
Xi personalmente predica con el ejemplo, se dedica al trabajo de base e impulsa la agenda en persona.
CONOCER BIEN EL CONTROL DE LA DESERTIFICACIÓN
El control de la arena siempre es un tema de debate durante las discusiones de Xi con los legisladores de la región autónoma de Mongolia Interior durante las reuniones legislativas nacionales anuales del país.
En 2019, instó a la región, rica en bosques, praderas, humedales, ríos, lagos y desiertos, a adoptar una metodología integrada para mejorar la ecología local, y consultó a un legislador el año pasado acerca de cómo evitar que los desiertos en Bayannur invadan el río Amarillo en el este del país.
Durante estas discusiones, subrayó la importancia de crear diseños al más alto nivel en el tratamiento ecológico y hacer un buen trabajo de investigación, advirtiendo que la inadecuación podría conducir a resultados opuestos a los que se suponía que se debían lograr.
Xi ha realizado múltiples visitas de campo en zonas gravemente afectadas por daños causados por la arena, incluidas Ningxia, Gansu y Hebei.
Durante una visita de 2019 a la Granja Forestal Babusha, en la provincia de Gansu, en el noroeste de China, se unió a los lugareños para arar terrenos arenosos. Utilizando hábilmente una excavadora de zanjas, en unos momentos Xi abrió una zanja de dos metros de largo en el área arenosa junto con los trabajadores.
La Granja Forestal Babusha había sido azotada durante muchos años por severas tormentas de arena. Tras años de control de la arena, las tierras secas y áridas ahora están cubiertas por vegetación.
Al ver la enorme transformación en este lugar, Xi elogió a los trabajadores llamándolos "Yu Gong modernos" por sus persistentes esfuerzos para controlar la arena y transformar el desierto en oasis. Yu Gong, el protagonista de un antiguo cuento popular, trató con determinación de mover las montañas que bloqueaban el camino frente a su casa y finalmente lo logró.
Cuando el presidente pronunció su discurso de Año Nuevo en 2020, Guo Wangang, un trabajador de la granja forestal, sintió un cálido fluir en su corazón cuando vio en la pantalla la foto que se había tomado con el presidente y otros trabajadores agrícolas en la estantería en la parte de atrás.
Al igual que la Granja Forestal Babusha, se han visto milagros verdes en muchos otros desiertos del país a lo largo de los años. Gracias a los esfuerzos de forestación, se han plantado 64 millones de hectáreas de árboles en China durante la última década. La cobertura forestal a nivel nacional ha alcanzado el 23,04 por ciento, 2,68 puntos porcentuales más que en 2012.
Datos anteriores mostraron que la superficie de tierra desertificada en el país se ha reducido en un promedio anual de 242.400 hectáreas. Esto representa un cambio de tendencia con respecto a la situación a fines de la década de 1990, cuando la tierra desertificada se expandía en 1,04 millones de hectáreas al año.
CONTRIBUYENDO A UN MUNDO VERDE
La desertificación sigue siendo uno de los problemas más apremiantes a los que se enfrenta la humanidad. Los datos muestran que más de 2.000 millones de personas de 167 países y regiones todavía están bajo la amenaza de la desertificación.
Gracias a numerosos años de esfuerzos en el control de la arena, China se ha destacado a nivel mundial, siendo el desierto de Kubuqi un excelente caso.
El desierto de Kubuqi es el séptimo desierto más grande de China, situado en la región autónoma de Mongolia Interior. Hace unos 30 años, el desierto era un "mar de la muerte" incluso para las aves. La constante expansión del desierto obligó a muchas personas a emigrar. Los que se quedaron, vivían en su mayoría por debajo del umbral de la pobreza.
Pero tras muchos años de esfuerzos ecológicos, más de 646.000 hectáreas de desierto se volvieron verdes, con su biodiversidad restaurada y ecología notablemente mejorada. Estos esfuerzos también sacaron a más de 100.000 personas de la pobreza.
En 2015, la comunidad de forestación de Kubuqi ganó el premio Campeones de la Tierra, el mayor honor ambiental de la Organización de las Naciones Unidas.
"Contener la desertificación en el desierto de Kubuqi ofrece la experiencia de China en gestión ambiental, así como el logro de los objetivos de la Agenda 2030", expresó Xi en una carta de felicitación al VII Foro Internacional del Desierto de Kubuqi en 2019.
El modelo Kubuqi ha sido el compendio de los años de exploración de China en el control científico de la desertificación. Durante décadas, China ha promulgado leyes para prevenir y controlar la desertificación. Estas incluyen la primera ley del mundo para abordar la desertificación y la prohibición de la tala de bosques naturales, construyendo una barrera verde en el sistema legal.
También se han llevado a cabo proyectos ecológicos clave, incluida la protección del cinturón forestal y los bosques naturales, especialmente aquellos en el noroeste, noreste y norte de China y a lo largo del río Yangtse, convirtiendo más suelo árido en oasis.
Además, China cumplió activamente sus obligaciones en virtud de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación, realizó intercambios y cooperación con los países de la Franja y la Ruta y estableció un centro internacional de gestión del conocimiento para la prevención y el control de la desertificación.
"Hacemos todo lo que podemos para conservar el sistema ecológico, intensificar la prevención y el control de la contaminación y mejorar el entorno de vida y trabajo de nuestra gente", manifestó Xi en la Reunión Anual 2022 del Foro Económico Mundial.
De cara al futuro, China continuará prohibiendo el uso de las tierras desertificadas más vulnerables, fortalecerá el desarrollo de parques nacionales de desierto y optimizará el sistema de compensación para la protección ecológica del desierto.
Para 2025, China tendrá un total de 2 millones de hectáreas de tierras desertificadas cerradas para su protección, con más de 6 millones de hectáreas de tierras arenosas nuevamente tratadas y 1,3 millones de hectáreas de tierras rocosas transformadas, de acuerdo con la NFGA.
(Web editor: 吴思萱, Zhao Jian)
