Wen Qiuwen posa con algunas de sus esculturas de papel en su estudio de Guangzhou, provincia de Guangdong. (Foto: Zheng Erqi/ China Daily)
Por Li Wenfang
Cuando comenzó a hacer juguetes de papel con su madre durante sus vacaciones de verano e invierno en Guiyang, provincia de Guizhou, como estudiante de primaria Wen Qiuwen nunca esperó que la escultura en papel se convirtiera en su carrera.
Sus leones rojos al estilo del sur de China, incorporándole luces interiores, han cautivado al público en las exposiciones. Tres de sus piezas se exhibieron en eventos de intercambio cultural en París y Roma.
Wen comentó que su técnica de escultura de papel se refinó después de tomar una clase en la escuela secundaria, donde aprendió a hacer barcos y construir modelos de papel.
Más tarde, cuando se especializó en pintura al óleo en la Universidad Normal del Sur de China en Guangzhou, provincia de Guangdong, creó accesorios de papel para fotografías conceptuales.
Después de graduarse, trabajó como directora de arte en empresas de publicidad, pero en 2014 decidió renunciar y establecer un estudio para centrarse en la creación de esculturas de papel.
La idea de hacer los leones se le ocurrió cuando un amigo de una fábrica de linternas tradicionales chinas en Foshan le regaló un marco de 1,85 metros de altura de una cabeza de león.
Cortó más de 1.000 trozos de papel, los pintó y luego los pegó en ese marco.
Los colores rosa claro, verde, azul y amarillo parecían macarons (pastelitos hechos con dos galletas y una crema o ganache entre ambas). En un festival de arte su pieza fue apodada el "león de la niña".
"Después de pasar tantos años en Guangzhou, estoy naturalmente interesada en la cultura cantonesa", dijo Wen. "He visitado salones y templos ancestrales, he participado en banquetes durante las carreras con motivo del Bote del Dragón, donde 1.000 mesas parecían estirarseal infinito, y he visto las danzas de los leones. Hay algo casi surrealista en estos eventos tradicionales, que se ha transmitido desde la antigüedad hasta hoy".
Gracias al alambre de acero grueso, los marcos permiten que las esculturas de papel de Wen duren más tiempo.
Wen hizo más leones, algunos con cuerpos. Dos fueron enviados a Roma para un evento de intercambio cultural en 2019, y otro se agregó a una colección en una casa histórica en Meizhou, Guangdong.
Durante otro evento de intercambio cultural, Wen voló a París para crear una pieza titulada “The Fairyland of Penglai” para una exposición en el Centro Pompidou.
Debido a su tamaño, tuvo que usar una escalera para recortar las secciones individuales. Lo hizo con la ayuda de imágenes proyectadas en un papel. Un artista francés diseñó la iluminación de la pieza terminada.
Una de las esculturas de león de papel de Wen se exhiben en una exposición de Guangzhou. (Foto: China Daily)
El año pasado, Wen comenzó a crear una serie llamada “Flash Museum”, que se centra en los animales que le gustan, incluidos algunos extintos como el dodo y el mamut lanudo, así como los animales pintados por sus artistas favoritos, como el conejo del pintor renacentista alemán Albrecht Durer.
La serie requiere un trabajo meticuloso, ya que cada cabello individual se corta en el papel kraft.
Mientras trabajaba en el mamut, agregó alas de mariposa y un elevador que contenía un corazón en su pecho.
La serie, que Wen entiende como exploración y expresión de la autoconciencia, se ha mostrado no solo en Guangzhou, sino también en Shenzhen, Guangdong y en Xi'an, provincia de Shaanxi.
Este año, esta artista de 35 años se está volviendo a centrar en la cultura tradicional trabajando en linternas con artistas y diseñadores de una gran variedad de campos, incluida la ilustración y los juegos. Asimismo, planea exhibir las piezas en una sala ancestral de Guangzhou. También está pensando en combinar esculturas de papel con dispositivos electrónicos interactivos.
Para hacer sus esculturas, Wen utiliza principalmente tijeras, cuchillos utilitarios, pegamento, acuarelas, papel de acuarela, papel kraft y tarjetas negras. Para que las piezas se exhiban en lugares como centros comerciales, ella utiliza materiales que sean resistentes al agua.
Wen siente que es más fácil expresarse a través de esculturas de papel que de la pintura.
"El papel es cambiante. Cuando se ilumina, se transforma y se convierte en algo sorprendente", subraya la artista. "No puedo saber exactamente cómo se verá una pieza antes de terminarla. El resplandor de la luz crea nuevas posibilidades, lo cual es muy interesante para mí".
(Web editor: Rosa Liu, Zhao Jian)
