BEIJING, 7 ago (Xinhua) -- La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó la región china de Taiwan a principios de esta semana a pesar de la fuerte oposición y las severas manifestaciones de Beijing.
En beneficio de sus propios intereses, Pelosi organizó una simple jugada política. Insistiendo en ir a la isla, aparentemente no le importa dañar los lazos entre China y EE. UU., o poner en juego la paz a través del Estrecho de Taiwan.
Esta farsa inescrúpulosa solo ha puesto al desnudo ante la comunidad internacional la naturaleza de los políticos de Washington: un montón de egoístas, oportunistas e hipócritas, quienes priorizan sus propios cálculos políticos por encima de todo lo demás.
Ciertamente no es que Pelosi no fuera claramente consciente de las consecuencias que se avecinaban. Ella solo quería aparecer en los titulares de la prensa mundial. No tiene en cuenta las promesas de Washington ni las debidas responsabilidades en los asuntos globales.
La visita furtiva ya ha provocado fuertes críticas tanto dentro de Estados Unidos como en todo el mundo.
Para las mentes lúcidas de todo el mundo, la movida es simplemente una apuesta política para la propia Pelosi, rodeada por los escándalos, y para el Partido Demócrata, cuya perspectiva en las próximas elecciones intermedias no augura nada bueno.
Medios estadounidenses han analizado que con una visita a Taiwan, Pelosi pretende dar un impulso a los demócratas y desviar la atención popular del escándalo de su familia. Su esposo, Paul Pelosi, ha sido afectado recientemente por un escándalo de uso de información privilegiada en acciones y la implicación en un accidente por conducir ebrio.
Una oportunista experimentada, Pelosi puso la mira sobre una tendencia anti-China que surge en la política estadounidense. Ella sabe muy bien cómo puede sacar provecho de los ataques a China o al Partido Comunista de China para obtener ganancias políticas.
A lo largo de su carrera política sin conciencia, Pelosi no cree en nada más que en el espectáculo. A sus ojos, la política es solo un negocio. Aunque a Washington no le faltan políticos así, se destaca mucho más por ser egoísta, oportunista e hipócrita al mismo tiempo.
Mientras ella apostaba por su visita a Taiwan como un momento destacado de su carrera, el mundo ya ha visto lo que hay detrás del absurdo truco, así como el verdadero y feo rostro de ella y sus semejantes.
(Web editor: Zhao Jian, 周雨)