Caricatura de Tan Xiguang
Por Chen Zi
En la 48.ª cumbre del Grupo de los Siete (G7) celebrada en junio de este año, EE.UU. y otros países del G7 lanzaron la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Globales (PGII, por sus siglas en inglés) y anunciaron que los países del G7 buscarán movilizar 600.000 millones de dólares para 2027 en inversiones de infraestructura global mientras que EE.UU. se ha fijado el objetivo de movilizar 200.000 millones de dólares para la PGII durante los próximos cinco años con la finalidad de financiar proyectos de infraestructura en países en vías de desarrollo.
La aparentemente generosa iniciativa es simplemente una versión mejorada del llamado Build Back Better World (B3W). En la 47.ª cumbre del G7 celebrada el año pasado, EE.UU. propuso la iniciativa B3W y se comprometió a impulsar una iniciativa de infraestructura global que fuera diferente de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés). Sin embargo, la B3W no fue finalmente adoptada por el Congreso de Estados Unidos y no ayudó a reconstruir "un mundo mejor".
La iniciativa PGII lanzada por EE.UU. es como vino viejo en una botella nueva. Queda por probar si la iniciativa, rediseñada sobre la base de la fallida B3W, servirá como una herramienta geopolítica creada en nombre del avance de la construcción de infraestructura o, de hecho, como una iniciativa lanzada para mejorar el bienestar de las personas.
Lo cierto es que la comunidad internacional espera ver acciones prácticas y proyectos que brinden beneficios tangibles a las personas en lugar de promesas vacías.
(Web editor: Rosa Liu, Zhao Jian)