(Foto: Chinadaily)
Por Velia Govaere
Como pocos países en el mundo, Costa Rica tiene una ley que ordena que se celebren los aportes de la cultura china a su historia. En esa legislación se exhorta a realizar actividades educativas que resalten la grandeza de la cultura china en la historia y en el país. Es la ley 9733, del 4 de setiembre de 2019. Pero, hacía muchos años maduraba una corriente que exigía rendir justicia a la cultura china.
Muchas veces los pueblos pagan con sangre sus avances sociales. Por eso, Costa Rica no puede olvidar que sangre china abonó los surcos de su lucha por los derechos humanos.
Los primeros inmigrantes chinos llegaron en 1855. 20 años después ellos abrieron la ruta de los derechos humanos en Costa Rica. Esta es su historia. En 1872, 653 trabajadores chinos fueron contratados en la construcción de un ferrocarril del Atlántico al Pacífico. Recibieron un trato inhumano. Con jornadas de 12 horas, sólo 3 días libres al año y un salario menos del 50% del de los obreros nacionales. Buscaban justicia y protestaron. El 5 de enero de 1874, 150 trabajadores chinos se pusieron en huelga. La patronal no tuvo piedad. Llamó al ejército. Seis trabajadores chinos fueron asesinados, siete, gravemente heridos, muchos más encarcelados. El impacto fue inmenso. Los chinos hicieron asociaciones. El emperador Manchú tuvo que abrir consulados para defender a sus súbditos. Siguiendo ese ejemplo, los obreros costarricenses se comenzaron a organizar.
Pasaron 70 años más de luchas obreras, dirigidas por el Partido Comunista de Costa Rica, y en 1944 se logró el Código de Trabajo con el derecho de huelga.
Así se comprende la celebración del día de la cultura china en Costa Rica. Es un acto de gratitud y de hermandad con un pueblo que nos enseñó, con su sangre, a luchar por nuestros propios derechos.
Hoy no existe ciudad, barrio, aldea de Costa Rica sin familias chinas creando empleo, progreso y cohesión social. Como científicos, poetas, pintores, literatos, educadores, pensadores, emprendedores y astronautas, los chinos de Costa Rica llenan páginas de orgullo nacional.
En años recientes se multiplican efemérides de fraternidad. Beijing hermanada con San José. Costa Rica en relaciones diplomáticas con la República Popular China. San José, con el barrio chino más joven del mundo y, en 2018, asociados en el Cinturón Económico de la Ruta de la Seda. Alejadas en geografía, Costa Rica y China, San José y Beijing, dos países, dos ciudades, ligan destinos, hermanan visiones de paz, estrechan lazos, conservando sus identidades, respetando sus formas políticas.
En estos tiempos plagados de incertidumbres, azotan vientos de intolerancia y se multiplican provocaciones. El entorno internacional amenaza llenarse de sombras. Por eso, que dos ciudades lejanas se sientan hermanas, que dos países diversos construyan la paz con la naturaleza, son rayos de luz que iluminan el túnel oscuro que se aproxima.
La autora es ex viceministra de Economía de Costa Rica
(Web editor: Zhao Jian, 周雨)