Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 14 oct (Xinhua) -- El 13 de octubre de 1972, hace 50 años, un avión uruguayo con 45 personas a bordo cayó en la cordillera de los Andes, el inicio de lo que se terminó conociendo como la "Tragedia" o el "Milagro" de los Andes.
Después de 72 días de confinamiento a 3.500 metros de altura y en la nieve, sólo 16 sobrevivieron, quienes debieron alimentarse con los restos de sus compañeros muertos.
"Los aniversarios son días especiales sobre todo para la gente que se acuerde, para las familias de los que no volvieron", dijo Roberto Canessa, uno de los sobrevivientes.
"Pienso en la gente que está escuchando y esta historia los empodera a trepar sus montañas, hay que compartirla y hay que ser generosos con la historia", comentó en una entrevista con el canal 12 de la televisión local el pasado 12 de octubre.
Por errores de navegación, el avión Fairchild Hiller FH-227 de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) que transportaba un equipo de rugby con destino a Chile se estrelló contra una montaña mientras cruzaba la cordillera de los Andes, en la frontera entre Argentina y Chile.
Trece de los uruguayos que viajaban murieron en el accidente o poco después por el accidente.
El resto se enfrentó a durísimas condiciones ambientales con temperaturas de entre 20 y 40 grados centígrados bajo cero en época todavía de nevadas.
En el undécimo día en la montaña escucharon por la radio que la búsqueda se abandonaba.
A 16 días de la caída, un alud aplastó el fuselaje y mató por asfixia a ocho de sus ocupantes, mientras que otros ocho más fueron muriendo a lo largo de la tragedia.
El malogrado viaje a Chile para disputar un partido amistoso entre el equipo Old Christians de Montevideo y el Old Boys de Santiago de Chile terminó siendo la mayor experiencia de vida para los supervivientes.
La historia se hizo conocida internacionalmente a través del libro "¡Viven!" (1974), de Piers Paul Read, en el que se basó el guión de un largometraje homónimo de 1993.
Sin esperanzas de ser rescatados y con la nieve en retroceso por el verano austral, dos de los jóvenes caminaron unos 50 kilómetros hasta que encontraron a un arriero chileno.
El paisano alertó a las autoridades, quienes rescataron en helicóptero a los sobrevivientes entre el 22 y 23 de diciembre.
Canessa, quien por entonces estaba por cumplir los 20 años, fue uno de esos dos jóvenes.
"Nosotros veníamos como regalo de Navidad, porque sabíamos que nos habían dado por muertos, los habíamos escuchado por la radio. Me emociona mucho eso", expresó el hoy médico dedicado a la cardiología pediátrica.
En el marco de la conmemoración por los 50 años del accidente se encontrarán el 15 de octubre en Montevideo los equipos de Old Christians Club y Old Grangonian Club de Chile en la cuadragésimo octava edición de la Copa de la Amistad.
Este encuentro se comenzó a jugar dos años después del accidente de los Andes para "celebrar el reencuentro y recordar a quienes no volvieron" y contará con la presencia de los sobrevivientes de los Andes que disputarán "el partido simbólico que nunca se jugó".
Como dijo tiempo atrás otro sobreviviente, José Inciarte, en una entrevista con Xinhua, esta historia "no solo transmite valores de valentía, arrojo y solidaridad" sino de "ternura, misericordia y sobre todo de amor en el comportamiento humano".
(Web editor: Rosa Liu, Zhao Jian)