Wu Gang, presidente de Xinjiang Goldwind Science and Technology, visita una fábrica de su compañía, agosto del 2022. (Foto: Xinhua)
Por Zheng Xin
Los feroces vendavales en la región autónoma uygur de Xinjiang alguna vez se consideraron malos para emprender en comercio. Hoy, sin embargo, esos vientos fuertes se han convertido en un gran negocio, con cientos de turbinas gigantes que generan electricidad para alimentar el país.
También gracias a esa característica climática, Dabancheng de Urumqi, capital de la región, se ha convertido de una llanura árida en un área pionera de la industria eólica china.
Wu Gang, presidente de Xinjiang Goldwind Science and Technology Co, también pionero en la industria eólica china, ha sido elegido como delegado al XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China. Él ayudó a que eso sucediera.
A fines de la década de 1980, Wu renunció a su trabajo como maestro para ayudar a establecer el parque eólico de Dabancheng.
Cautivado por la idea de que la energía podría ser producida por el viento, Wu se unió a Xinjiang Wind Energy, una de las compañías eólicas pioneras de China, en 1987. Juntos, Wu y su equipo persistieron en su visión de la energía eólica y construyeron el parque eólico Dabancheng.
Wu y un grupo de colegas fundaron Goldwind en 1998. El objetivo era "establecer a Xinjiang como el lugar de nacimiento de la industria nacional de energía eólica de China".
Avanzando rápidamente hasta 2013, Goldwind fue el mayor fabricante de turbinas eólicas de China y el segundo más grande del mundo, con más del 10 por ciento de la cuota de mercado mundial. Hasta esa fecha, Goldwind había instalado más de 14.000 turbinas y tenía presencia en todos los continentes, excepto en la Antártida.
Hoy en día, Goldwind ocupa el segundo lugar después de Vestas de Dinamarca entre los fabricantes mundiales de turbinas eólicas, con presencia en 38 países y regiones de todo el mundo.
Wu atribuyó el éxito y el rápido ascenso de la industria de energía eólica de China a fuertes habilidades de ingeniería y a la capacidad de adquirir tecnología de otras compañías y desarrollar su propia tecnología.
El rápido crecimiento de la industria eólica en el país y en el extranjero ha proporcionado un impulso crítico, junto con el respaldo de las políticas nacionales chinas, dijo.
Gracias a los esfuerzos conjuntos de Goldwind y sus pares, la producción de turbinas eólicas de China ahora representa dos tercios del total mundial debido a su producción a gran escala y avances tecnológicos.
La industria de las turbinas solía estar dominada por fabricantes extranjeros, incluidos Vestas de Dinamarca, Gamesa de España y GE de los Estados Unidos. Sin embargo, según los datos anuales del lado de la oferta del Consejo Global de Energía Eólica, Goldwind es el segundo mayor proveedor mundial de turbinas con el 11,8 por ciento, después de solo Vestas con el 17,7 por ciento de las nuevas instalaciones en 2021.
De los 15 principales proveedores mundiales de turbinas eólicas el año pasado, 10 provienen de China, y dos compañías chinas llegaron al top 5.
Un analista considera que China ha pasado de ser un novato a un pionero en la industria de la energía eólica, con un gran progreso en la localización de la tecnología de energía eólica.
“La energía eólica se ha desarrollado en los últimos años a pasos agigantados en China, desempeñando un papel crucial en el cumplimiento de la promesa del gobierno chino de alcanzar las emisiones máximas de dióxido de carbono para 2030 y la neutralidad de carbono para 2060”, afirmó Wei Hanyang, analista del mercado energético de la firma de investigación BloombergNEF.
(Web editor: 周雨, Zhao Jian)
