Pueden vivir en un lugar con una altitud promedio de 4.500 metros, una temperatura promedio de menos 3,3 grados centígrados, 120 días de invierno al año y nieve durante todo el año, pero Duoguo y sus amigos están decididos a perseguir su sueño de convertirse en futbolistas profesionales.
Duoguo, un chico apasionado por el fútbol. (Foto: cortesía del entrevistado)
Para estos niños del condado de Qumalai, en la Prefectura Autónoma Tibetana de Yushu, provincia de Qinghai, un balón de fútbol, un grupo de amigos y un prado verde son suficientes para encender su pasión por el juego.
Duoguo, de 12 años, estudia el sexto grado en una escuela primaria de Qumalai. Aunque es tímido, cuando comienza a hablar de fútbol, las palabras brotan y sus mejillas morenas brillan de emoción.
A finales de julio de este año, Duoguo y sus compañeros de equipo jugaron en la final de una competencia nacional de fútbol para estudiantes de primaria en Suzhou, provincia de Jiangsu.
El viaje a Suzhou, a más de 3.100 kilómetros de su hogar, significó una serie de primicias para Duoguo y sus compañeros de equipo. Era la primera vez que salían de la meseta donde vivían, tomaban un tren, volaban en un avión y competían contra equipos de fútbol de todo el país.
Duoguo y sus compañeros de equipo estaban emocionados y nerviosos por estas nuevas experiencias y formar parte de una competencia que contó con la participación de casi 1.300 jugadores juveniles en 64 equipos de fútbol.
Miembros de un equipo de fútbol del condado de Qumalai cantan la canción "Fly" en la ceremonia de apertura de la final de una competencia nacional de fútbol para estudiantes de primaria celebrada en Suzhou, provincia de Jiangsu. (Foto: Trinlin Phuntsog)
En el juego no les fue bien. La drástica diferencia de temperatura entre su ciudad natal y Suzhou, la brecha de habilidades entre ellos y sus compañeros bien entrenados de otras partes del país y su incapacidad para adaptarse al mundo exterior fueron solo algunos de los problemas que abrumaron a Duoguo y sus compañeros de equipo. Jugaron seis partidos en la competencia, y solo ganaron uno. Cuando sonó el silbato final, Duoguo derramó lágrimas secretas.
Pero el adverso resultado no significaba que este niño simplemente renunciaría a su sueño. En cambio, entendió la experiencia como una prueba y una motivación mayor para redoblar esfuerzos hacia sus objetivos. Después de regresar de Suzhou, practicó con ahínco sus habilidades futbolísticas.
"He visto lo bien que pueden hacerlo otros jugadores de mi edad, me di cuenta de la brecha entre nosotros, y ahora entiendo mejor lo que tengo que hacer", aseguró Duoguo.
Un miembro de un equipo de fútbol del condado de Qumalai (con camiseta azul) juega en la final de una competencia nacional de fútbol para estudiantes de primaria celebrada en Suzhou, provincia de Jiangsu. (Foto: Sun Hai)
Más que nunca, Duoguo y sus compañeros de equipo están decididos y apasionados por lograr sus sueños futbolísticos. En la meseta, los prados verdes no crecen bien, el fino aire plantea un desafío desalentador para el entrenamiento físico intenso y la falta de recursos deportivos les dificulta pisar estadios más grandes. Pero todas estas dificultades son insignificantes.
Miembros de un equipo de fútbol del condado de Qumalai entrenan en el clima frío. (Foto: Sun Hai)
El invierno en la meseta siempre es largo y duro, pero estos niños que practican sus habilidades futbolísticas al pie de las montañas cubiertas de nieve no sienten el frío porque están concentrados en su sueño.
"Mi jugador de fútbol favorito es Kylian Mbappé. ¡Aprenderé de él y me apegaré al fútbol!"
"¡Mi sueño es convertirme en miembro del equipo nacional de fútbol chino!"
"¡Quiero jugar en la Copa Mundial de la FIFA como Lionel Messi!"
"¡Entrenaré fuerte para darle gloria a nuestro país!"
Así definen sus ambiciones, en voz alta y con un espíritu deportivo que se eleva y abre paso entre las empinadas montañas de Qinghai.
(Web editor: 周雨, Zhao Jian)