Los fanáticos del fútbol de Arabia Saudita aprenden a escribir caracteres chinos en un stand de una marca china fuera del estadio Lusail en Qatar, 22 de noviembre del 2022. (Foto: VCG)
Por Wang Guangda
La primera cumbre sino-árabe, que se celebrará este viernes en Arabia Saudita, es una elección estratégica hecha por ambas partes. La cumbre se ajusta a la tendencia del desarrollo de los tiempos y se convertirá en un hito histórico en la historia de las relaciones sino-árabe. La cumbre conducirá a la construcción de una comunidad chino-árabe de futuro compartido en la nueva era. La confianza mutua y estratégica entre las dos partes continuará profundizándose, mientras que sus beneficios mutuos y resultados ganar-ganar promoverán la prosperidad y el desarrollo.
La cooperación amistosa entre China y el mundo árabe está lista para entrar en una nueva etapa.
China ha sido un socio cooperativos natural de apoyo mutuo. Juntos en las buenas y en las malas, la amistad tradicional chino-árabe ha sentado una base sólida para su asociación estratégica en la nueva era.
Desde los tiempos modernos, China y los países árabes se han apoyado mutuamente en la lucha contra el imperialismo y el colonialismo, lo que ha promovido en gran medida la amistad entre las dos partes. En la Conferencia de Bandung en 1955, China no sólo se comunicó con los países árabes que habían logrado la independencia en ese momento, sino que también expresó su apoyo a la justa lucha del pueblo palestino. En 1971, la Asamblea General de la ONU en su 26º período de sesiones adoptó la Resolución 2758 con una abrumadora mayoría, incluidos los países árabes, para restaurar todos sus derechos a la República Popular China y reconocer a sus representantes como los únicos legítimos ante la ONU.
China y los países árabes son socios cooperativos estables que van de la mano de acuerdo con los tiempos. En el contexto de profundos cambios no vistos en un siglo, China y los países árabes han estado promoviendo conjuntamente la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) propuesta por China con una mayor voluntad de centrarse en el desarrollo. Los programas de construcción de China, incluida la construcción de puentes, carreteras, hospitales, así como el comercio, han traído más y más beneficios a la población local en el mundo árabe. En el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, China ha participado profundamente en la construcción de infraestructura de Arabia Saudita, Egipto, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Argelia y otros países.
China y los países árabes son socios confiables que se tratan por igual. En sus interacciones a largo plazo con los países occidentales, los países árabes se han cansado de la arrogancia condescendiente de Occidente. Tal como dijo el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, cuando se reunió con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en julio, la única forma en que vamos a trabajar juntos es si nos respetamos mutuamente, y eso incluye que los países respeten los valores y la soberanía de los demás.
A través de la comparación, los países árabes se han vuelto cada vez más conscientes de que China no interfiere en los asuntos internos de otros, ni atará una fuerza contra otra. China respeta el camino de desarrollo elegido independientemente por los pueblos de otros países, y es un socio confiable que no impondrá sus propios valores a los demás.
Durante la cumbre, los líderes chinos y árabes planearán la cooperación futura entre las dos partes, promoverán la mejora de las relaciones chino-árabes y construirán un consenso sobre los principales temas en términos de gobernanza global, desarrollo, seguridad y diálogos entre diferentes civilizaciones.
Para construir conjuntamente una comunidad sino-árabe de futuro compartido en la nueva era, primero debemos asegurarnos de que las personas de ambas partes gocen de buena salud, tengan suficiente comida, suficiente energía y suministros. Más importante aún, debemos implementar la Iniciativa de Seguridad Global propuesta por China y la Iniciativa de Desarrollo Global para lograr la seguridad, la prosperidad y el desarrollo en ambos lados. Con este fin, China y los países árabes continuarán promoviendo la cooperación BRI de alta calidad, conectando proactivamente sus estrategias de desarrollo, aprovechando plenamente las ventajas y el potencial respectivos de los dos para lograr un progreso y desarrollo comunes y beneficiar a más personas.
Para construir conjuntamente una comunidad chino-árabe de futuro compartido en la nueva era, es necesario promover los valores comunes de toda la humanidad, como la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad, y abogar por una coexistencia armoniosa de civilizaciones. Se necesita un patrón de cooperación integral, multinivel y de amplio alcance entre China y los países árabes.
El autor es secretario general del Centro de Investigación Sino-Árabe sobre Reforma y Desarrollo de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai.
(Web editor: Zhao Jian, 周雨)
