Trabajadoras de Shijiazhuang Beijiren Electric Appliance en Xinle, provincia de Hebei, producen mantas eléctricas. Las mantas se exportarán en Australia hasta enero 2022. (Foto: Jia Minjie/ China Daily)
Por Zhang Yu
Con la llegada del frío invernal, Bai Fuling, de 46 años, está enviando calor a sus clientes en países extranjeros. Bai produce mantas eléctricas.
Ella es soldadora en un fábrica de mantas eléctricas en Xinle, provincia de Hebei, a unos 250 kilómetros al centro de Beijing.
Como parte del trabajo de Bai, necesita soldar el cable calefactor de una manta a su acoplador, un proceso clave para hacer que la manta caliente cuando está enchufada.
En nueve horas en un día de trabajo típico, ella puede soldar conectores en aproximadamente 600 mantas eléctricas. En enero, se exportarán a Australia como parte de un pedido de 80,000 unidades.
"Nuestros productos se venden bien en el extranjero, lo que me da una sensación de logro y orgullo", resaltó Bai, y agregó que a menudo escucha de los vendedores que las mantas son elogiadas por los clientes extranjeros.
"Recuerdo una vez cuando algunos clientes extranjeros visitaron nuestra fábrica y quedaron muy satisfechos después de ver nuestras líneas de producción", añadió.
Bai ha estado fabricando mantas durante más de 15 años en Shijiazhuang Beijiren Electric Appliance, uno de los principales productores de mantas eléctricas en Xinle. De los 1,2 millones de mantas que la compañía fabrica anualmente, alrededor del 97 por ciento se exportan, incluso a Europa y América del Sur, según el fundador de la compañía, Niu Rushe, de 68 años.
Niu nunca esperó que los productos de su pequeña fábrica algún día fueran ampliamente utilizados en todo el mundo.
A principios de la década de 1980, Niu estaba en el negocio de hacer y vender sillas de montar para el ganado. Pero descubrió que los agricultores habían comenzado a usar tractores en lugar de animales para la agricultura en una visita a la región autónoma de Mongolia Interior en 1984.
En otro viaje de negocios, a Harbin, provincia de Heilongjiang, que es uno de los lugares más fríos de China, Niu trajo una manta eléctrica. Le gustó la idea y comenzó un negocio de fabricación.
"Mi casa es muy fría en invierno, como muchos lugares en el norte de China. Pensé que este podría ser un negocio que podría desarrollarse a largo plazo", manifestó Niu.
A medida que su negocio creció, Niu expandió su fábrica en 1999. Su empresa cuenta ahora con más de 170 trabajadores, la mayoría de ellos de pueblos cercanos. Bai vive en la aldea de Pengjiazhuang, a menos de 10 kilómetros de la fábrica en el condado de Cheng'an.
"Creo que es importante poder enviar calidez a todo el mundo", resaltó Niu.
Comenzó a exportar en 2005, con el primer pedido de 140.000 mantas, procedentes de Italia.
"Pero solo acepté 20,000, porque en ese momento, la producción de mi fábrica no podía satisfacer la necesidad", asegura Niu. “Además, el cliente tenía requisitos de calidad particularmente altos”.
"Debo asegurarme de que la calidad satisfaga la necesidad, por lo que no podía aceptar todo el pedido", afirmó Niu, y agregó que su objetivo era hacer que sus productos lideraran el campo en calidad, apariencia y función.
La compañía agregó tecnología, como temporizadores electrónicos que se encienden y apagan automáticamente o cambian la temperatura.
"Ahora algunas de nuestras mantas se pueden controlar de forma remota en teléfonos inteligentes", dijo Niu, y agregó que las mantas con los elementos inteligentes son sus productos más populares.
"Estoy seguro de que mis clientes siempre volverán debido a la calidad, no a la publicidad", aseveró Niu.
Sin embargo, admitió que la compañía también enfrenta desafíos ya que la industria es intensiva en mano de obra, necesitando una gran cantidad de trabajadores.
"Nuestros pedidos están aumentando, por lo que en el siguiente paso mejoraremos nuestros equipos para mejorar la automatización", dijo Niu.
A medida que Xinle se ha convertido en una importante base de producción de mantas eléctricas, la industria ha proporcionado empleos a más de 11,000 residentes de la ciudad, dijo Zhang Haibo, jefe de la Oficina de Regulación del Mercado de la ciudad.
Un trabajador como Bai puede ganar unos 5.000 yuanes (715 dólares) al mes, un ingreso relativamente amplio para un residente rural.
(Web editor: 周雨, Zhao Jian)