CARACAS, 18 dic (Xinhua) -- Para el año 2023, que se caracterizará por un cambio en las correlaciones políticas en América Latina y el Caribe, las fuerzas progresistas están llamadas a trazar una hoja de ruta de largo aliento para la integración regional, destacaron los expertos consultados por Xinhua.
"La izquierda debe dibujar una hoja de ruta de largo aliento con acciones inmediatas que aprovechen las coincidencias para seguir dando pasos hacia adelante, aunque se consideren ínfimos", declaró el analista político venezolano, Jesús Marcano, en entrevista exclusiva con Xinhua.
El también sociólogo venezolano recalcó que la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil "significa, sin duda, una victoria para la izquierda". No obstante, el analista consideró que las fuerzas de derecha en la región, particularmente por presiones de Estados Unidos, actuarán en Brasil para imponer retos a la gestión de Lula.
Auguró que la gestión de Lula podría enfrentar duras presiones, concentrando la mayoría de los esfuerzos del líder carioca hacia lo interno de esa nación. En consecuencia, consideró que la región debe saber administrar las expectativas sobre el rol de Brasil en la construcción de un sólido bloque regional.
Destacó que, pese a que debe fraguarse un plan de integración de largo aliento, deben darse "pequeños pasos hacia la integración", explicando que "hoy los pequeños pasos son en realidad enormes pasos en la tarea histórica de construir la integración bolivariana de los pueblos".
Marcano resaltó que, "históricamente, el imperialismo ha hecho todo lo necesario para garantizar una Latinoamérica atomizada".
El experto pronosticó que la Casa Blanca, durante el año próximo, intentará extender en el tiempo "su política extremista de 'todo o nada', forzando a los Gobiernos de izquierda y progresistas a negociar o reformular sus objetivos y estrategias de corto y mediano plazo".
Por otra parte, el profesor de Ciencias Sociales de la Universidad de Carabobo, Luis Delgado Jaramillo, estimó que el inicio del Gobierno de Lula tendrá un impacto positivo en la región para la activación y reactivación de distintos espacios de integración regional.
Delgado Jaramillo destacó que el próximo canciller brasileño, Mauro Vieira, anunció la disposición de Brasil de volver a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) e iniciar el reimpulso de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
El analista aplaudió además que la gestión de Lula "restituirá las relaciones diplomáticas con Venezuela y Cuba, lo cual es una clara reactivación de la relación del gigante sudamericano con el ALBA-TCP".
"Aun cuando la correlación de fuerzas al interior del congreso de Brasil no es tan favorable al Gobierno del Partido de los Trabajadores (partido de Lula), este contará con la suficiente autonomía para llevar a cabo varios cambios positivos en la política exterior", dijo el experto.
Para Delgado Jaramillo, la región latinoamericana "cuenta con las ventajas históricas de compartir idiomas y religión comunes, además de aspectos históricos vinculantes".
"Sin embargo, hace falta desideologizar las relaciones internacionales y en específico la integración regional, porque si no se hace eso, persistirá la discontinuidad e inconsistencia de los espacios de integración y articulación de este subcontinente, al estar afectados por los vaivenes de los ciclos electorales", enfatizó Delgado Jaramillo.
En opinión del académico, Washington "debería ser más dialogante y cooperante con nuestra región, teniendo en cuenta la nueva correlación de fuerzas continental".
Sin embargo, precisó que, al observar eventos recientes como la destitución del presidente peruano Pedro Castillo y la inhabilitación contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, "no es descartable que la Casa Blanca mantenga una política agresiva en la región".
Pese al complejo escenario, Delgado Jaramillo estimó que "la región vivirá un 2023 de amplias posibilidades para avanzar con pasos firmes hacia la integración de las naciones".
(Web editor: Zhao Jian, 周雨)