Alrededor de 25 invitados se reunieron el pasado 3 de marzo en California para celebrar el bautizo de Lilibet, la hija pequeña de los duques de Sussex, de un año de edad. Los grandes ausentes a esta ceremonia íntima fueron su abuelo paterno Carlos III, la esposa de este, Camilla y sus tíos los príncipes Guillermo y Kate Middleton. Todos ellos fueron invitados según fuentes cercanas, pero como era de esperar rechazaron la oferta y no fueron testigos de un momento tan especial, según ABC.
Si estuvieron presentes unos 30 amigos cercanos de la pareja, el pequeño Archie de tres años, la madre de Meghan, Doria Ragland y el padrino de Lili, el multimillonario actor estadounidense Tyler Perry. Lo que no ha trascendido es el nombre de la madrina, se rumoreaba que Oprah Winfrey y Serena Williams competían por el puesto, pero no se ha confirmado nada.
El padrino de Lilibet, voló a Montecito, Los Ángeles, desde Atlanta para el bautizo con un coro de góspel de 10 personas. El grupo interpretó 'Oh Happy Day' y 'This Little Light of Mine', que también se tocaron en la boda de Harry y Meghan en 2018. Se dice que disfrutaron de una tarde de comida y baile después de la ceremonia en su casa. Un portavoz de la pareja le dijo a 'People': «Puedo confirmar que la princesa Lilibet Diana fue bautizada el viernes 3 de marzo por el arzobispo de Los Ángeles, el reverendo John Taylor». Es la primera vez que se hace referencia pública a Lili como princesa.
Al parecer los Sussex quieren que sean sus propios hijos lo que decidan si quieren abandonar o seguir usando sus títulos cuando crezcan. Como hijos del hijo de un soberano, Archie y Lili son automáticamente príncipe y princesa.
(Web editor: 周雨, Zhao Jian)