ISLAMABAD, 22 may (Xinhua) -- Como una señal clara de que el gobierno del primer ministro Nawaz Sharif ha finalmente adoptado un enfoque de línea dura ante el Talibán, efectivos militares paquistaníes, con el apoyo de aviones de combate y helicópteros artillados, lanzaron el miércoles una incursión militar masiva en la región tribal North Waziristan, una zona sin ley del país.
La ofensiva del gobierno también podría ser un indicador de que las intermitentes negociaciones de paz entre el gobierno y los milicianos están finalmente desactivadas.
Un comunicado militar dijo que unos 70 milicianos y cuatro hombres de seguridad fueron muertos durante incursiones aéreas poco antes de la madrugada en el área de Mir Ali de North Waziristan.
Mir Ali es considerado uno de los principales reductos de varios grupos milicianos acusados de ataques a las fuerzas de seguridad y la operación tiene el objetivo de limpiar el área de grupos armados.
Fuentes de seguridad dijeron que las incursiones aéreas comenzaron horas después de que altos líderes civiles y militares decidieron el uso de la fuerza como el último recurso luego de que los Talibán no mostraron ninguna seriedad en el proceso de diálogo y también había terminado un cese temporal al fuego el 14 de abril.
Analistas de defensa creen que la negativa Talibán a extender su cese al fuego también justificó una respuesta militar a sus continuados ataques terroristas.
El objetivo de las incursiones aéreas estuvo en línea con la nueva política del gobierno de responder con igual, si no mayor fuerza, a los ataques terroristas de los rebeldes y golpearlos en sus propios reductos.
Cuando Sharif ofreció diálogo al Talibán en un discurso ante el parlamento en enero, también puso en claro que sería la última oportunidad de alcanzar la paz con los insurgentes.
Luego de que el Talibán declaró un cese al fuego temporal a partir del uno de marzo, el gobierno también suspendió sus incursiones aéreas en Waziristan para abrir una oportunidad al proceso de paz.
Sin embargo, el Talibán prosiguió sin cesar sus ataques de terror pese al cese al fuego unilateral que declaró, elevando serias sospechas sobre sus verdaderas intenciones en alcanzar la paz con el gobierno.
Los ataques de terror, que cobran las vidas no sólo de personal de seguridad sino también de civiles inocentes, han elevado la presión sobre el gobierno para detener el diálogo y optar por una ofensiva mayor en North Waziristan, el último reducto talibán.
El gobierno ha demostrado una paciencia considerable pese a la serie de ataques con bombas y bombas suicidas justo para mantener vivo el frágil proceso de paz y en una fase incluso envió a sus negociadores al noroccidente para sostener conversaciones cara a cara con los insurgentes.
Los procesos del diálogo toparon con algunas complicaciones luego de que los Talibán presentaron demandas difíciles de solventar.
Aunque inicialmente dijeron que no estaban planteando ningún tipo de precondiciones para que avanzara el proceso de paz, más tarde demandaron que se les otorgara el control total en un área en la región tribal de South Waziristan, el sitio natal de Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), que según ellos debería ser declarada una "zona de paz".
Luego de que fuerzas de seguridad limpiaron South Waziristan al cabo de fieros combates con Talibán en 2009 no quisieron retornar al área respaldada por los milicianos. También había habido una fuerte oposición a la demanda Talibán del público paquistaní, funcionarios del gobierno y la prensa local.
Decenas de combatientes Talibán, entre ellos algunos de sus propios conocidos comandantes, murieron en enfrentamientos internos en la región de Waristan.
Los combates intestinos iniciaron recientemente entre seguidores de dos comandantes principales - Khan Sayed alias Sajna y Shaharyar Mehsud -- que peleaban por el control de la facción Talibán en South Waziristan.
El Talibán afgano había convenido un cese al fuego entre ambos grupos rivales del Talibán paquistaní, pero la tensión imperó y esto ha desviado la atención Talibán del diálogo con el gobierno.
El principal intermediario del Talibán Pakistaní, Maulana Sami-ul-Haq, también ha admitido ahora que las luchas intestinas del Talibán tuvieron un profundo impacto negativo en el proceso de diálogo.
"Las pugnas intestinas han creado muchos obstáculos para el proceso de paz", dijo Sami-ul-Haq, quien es un miembro prominente del equipo negociador Talibán, a medios en una entrevista en Islamabad este jueves.
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