Gobierno chileno justifica aplicación de Ley Antiterrorista por ataque a Metro

Actualizado a las 18/07/2014 - 09:17

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SANTIAGO, 17 jul (Xinhua) -- El ministro chileno de Interior, Rodrigo Peñailillo, justificó hoy la aplicación de la Ley Antiterrorista para él o los responsables de colocar un explosivo de baja potencia que detonó en un vagón vacío del tren subterráneo el pasado domingo en la capital chilena.

"Se justifica plenamente la utilización de la ley antiterrorista. Quienes se atrevieron a poner una bomba en el Metro deben estar en posesión de la justicia y tener las sanciones que correspondan", dijo Peñailillo.

"Hay una persona o un grupo de personas que quisieron usar el Metro de Santiago con el objetivo de causar temor y causar daño a o personas que iban a tomar el Metro", añadió.

Hizo ver que "se requiere de una ley como la ley antiterrorista, por ejemplo, para dar las máximas sanciones a estas personas".

Una bomba de bajo poder estalló la madrugada del domingo en un vagón vacío del Metro Santiago que se encontraba en la estación terminal Los Domínicos, sin dejar heridos, pero sí daños materiales. Ningún grupo o persona ha reivindicado el hecho hasta ahora.

El gobierno tiene antecedentes desde el Ministerio Público que atribuyen el comportamiento de los autores de la detonación a conductas cuya intencionalidad no sólo era provocar temor en la población, sino más bien ocasionar daños a terceros, debido a la hora y lugar de los hechos.

Según Peñailillo, el gobierno se encuentra evaluando lo sucedido en este caso, y las policías y el Ministerio Público cuentan con todos los recursos necesarios para ubicar a la o las personas responsables del hecho.

"Está trabajando el Ministerio Público con las policías, hay distintas personas que se están investigando; la o las personas que tuvieron la idea de poner una bomba en el Metro, deben saber que la señal es que se han equivocado de camino", dijo el funcionario.

Añadió que el gobierno y el Estado "los va a perseguir hasta el final".

Desde 2005, al menos un centenar de artefactos explosivos de escaso poder han sido detonados por desconocidos en sedes financieras y cuarteles policiales principalmente en la capital chilena, en acciones reivindicadas por grupos anarquistas.