PERFIL: Accidente acaba con ilusión del socialismo brasileño de renovar política con Eduardo Campos

Actualizado a las 14/08/2014 - 08:48

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El aspirante a la Presidencia de Brasil, Eduardo Campos, líder del Partido Socialista Brasileño (PSB), falleció hoy en un accidente aéreo en plena campaña electoral, dejando en suspenso los aires de renovación que pretendía llevar a la política brasileña.

Nacido el 10 de agosto de 1965 en Recife (capital del estado de Pernambuco, en el noreste de Brasil), Campos, casado y con cinco hijos, nació en el seno de una familia vinculada con la política: su madre, Ana Arraes, fue diputada federal y ministra del Tribunal de Cuentas de la Unión, mientras que su abuelo, Miguel Arraes, fue gobernador de Pernambuco.

Licenciado en economía en la Universidad Federal de Permambuco, Campos se inició joven en política, en la campaña electoral que en 1986 eligió a su abuelo como gobernador pernambucano en las primeras elecciones democráticas después del segundo gobierno militar brasileña (1964-1985).

En 1990, Campos se afilió al PSB y empezó su ascensión política: primero fue diputado regional (1994), siendo reelegido en 1998 y 2002.

Luego logró ser elegido diputado federal y gracias a la aproximación que tuvo con el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, fue nombrado ministro de Ciencia y Tecnología (2004-206), donde destacó por la aprobación de la ley que autoriza a las investigaciones con células madre y embrionarias.

En 2006, Eduardo Campos, siguiendo los pasos de su abuelo, salió elegido gobernador de su Pernambuco natal en primera vuelta, con el 60 por ciento de los sufragios, ganándose la confianza de su electorado con su figura, de hombre blanco, rubio, ojos azules y pausado, que en 2010, lo reeligió con el 83 por ciento de los votos.

Pese a haber formado parte del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), al cargo en Brasil desde 2002, Campos se fue distanciando de Lula y su sucesora, Dilma Rousseff, y decidió optar a las elecciones del próximo 5 de octubre como líder del PSB, con la intención de renovar la política brasileña y poniendo fin al apoyo que su partido le brindaba al Ejecutivo de Rousseff.

Con una gran popularidad en la región noreste de Brasil (la más pobre del país) pero prácticamente desconocido en la región del sur y sureste (la más rica y donde se concentra la mayoría del electorado), Campos buscó tener una mayor repercusión electoral al incorporar en las filas de su partido a la líder ecologista y evangélica Marina Silva, también ex ministra del PT y que quedó tercera en las elecciones de 2010, con casi 20 millones de votos.

Con Silva como candidata a la vicepresidencia del PSB, Campos logró expandir su mensaje de renovación política por todo Brasil, aunque no obstante, quedó truncado por el fatal accidente aéreo que sufrió en la mañana de hoy mientras se dirigía a Santos (litoral sureste), donde tenía previsto cumplir con un acto de su campaña electoral y en el que murieron otras seis personas de su equipo.

El aspirante socialista partició precisamente ayer por la noche en una entrevista televisiva en Río de Janeiro en el Jornal Nacional, el informativo de noche de la televisión Globo, el de mayor audiencia del país, en la que se resaltó "que Brasil necesita hacer una reforma constitucional para acabar con los cargos vitalicios que existen en la Justicia, es preciso tener mandatos también en el Poder Judicial".

El líder socialista también criticó la política económica del gobierno de Rousseff, a la que comparó con la derrota de la selección brasileña de fútbol por 7-1 en el Mundial de fútbol contra Alemania, y prometió bajar el "alto" costo de producción del gigante latinoamericano y reducir la inflación.

En su breve campaña electoral, Campos había resaltado su intención de reducir el número de ministerios actuales (39) que hay en Brasil, que según él, contribuyen al "presidencialismo de coalición" que ejerce Rousseff y promueve la "ineficacia" del Estado, que permanece rehén de intereses políticos particulares y de viejos caudillos.

En el aspecto social, el político socialista proponía una escuela a tiempo completo para los alumnos en todo el país, y el acceso libre de los estudiantes de la red pública al transporte.

Las encuestas electorales situaban a Campos en tercer lugar, con cerca del 10 por ciento de los votos, por detrás de Rousseff (40 por ciento) y el socialdemócrata Aécio Neves (23 por ciento).

Curiosamente, Eduardo Campos murió el mismo día, un 13 de agosto, que su abuelo Miguel, quien murió hace nueve años tras haberlo introducido en el mundo de la política.