El gobierno chino aprobó un reglamento que exigirá a los usuarios de servicios de mensajería instantánea usar sus nombres reales cuando se registren, en un esfuerzo por hacerlos responsables de los contenidos.
El reglamento tiene como objetivo promover el desarrollo sano del sector de la mensajería instantánea, que ha evolucionado rápidamente, y salvaguardar la seguridad nacional y los intereses públicos, según la Oficina Estatal de Información de Internet, que autorizó hoy jueves la nueva norma.
El reglamento, que se aplicará de forma inmediata, se centra en los 5,8 millones de cuentas públicas de estos servicios creadas a través los teléfonos móviles y mediante suscripción, como WeChat, la plataforma de Tencent para enviar y recibir mensajes de texto y de voz.
Los nuevos inscritos en cuentas públicas estarán obligados a registrarse con su nombre real y serán revisados por los proveedores del servicio antes de que se les permita emitir información.
"Unas pocas personas están usando las plataformas para difundir información relacionada con el terrorismo, la violencia y la pornografía, así como calumnias y rumores", señaló el portavoz de la Oficina Estatal de Información de Internet, Jiang Jun, que añadió que comportamientos de este tipo "han provocado sentimientos amargos a los ciudadanos".
A quienes utilicen por primera vez un servicio de este tipo se les requerirá que den su nombre real, mientras que aquellos que ya tienen cuentas abiertas tendrán acceso limitado al servicio de mensajería instantánea.
Los usuarios deberán acatar las leyes y reglamentos, el sistema socialista, los intereses nacionales, los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos, el orden público y la moralidad social, y garantizar la autenticidad de la información que proporcionen, de acuerdo con la norma.
Asimismo, los proveedores de los servicios de mensajería instantánea deben ser responsables de la seguridad de su funcionamiento, proteger la información de los usuarios y la privacidad de la ciudadanía, estar sujetos a la supervisión pública y manejar la información ilegal de forma oportuna.
En caso de que los usuarios de los servicios incumplan los términos establecidos, los reguladores advertirán a los infractores, limitarán su derecho a publicar información, suspenderán sus renovaciones e incluso cerrarán sus cuentas, de acuerdo con el grado de incumplimiento.
Las plataformas populares de mensajes instantáneos como WeChat, de Tencent, permiten a los usuarios enviar textos, fotos, vídeos y mensajes de voz a través de sus aparatos móviles. Las cuentas públicas de este tipo de servicios pertenecen a individuos, organizaciones y compañías.
Las autoridades creen que el reglamento ayudará a proteger el legítimo derecho de los ciudadanos a la libertad de expresión.
"Algunas personas están dañando los derechos e intereses de otros individuos y la seguridad pública en nombre de la libertad de expresión", afirmó el jefe de administración de internet móvil en la Oficina Estatal de Información de Internet, Xu Feng.
"La norma promoverá la calidad de los servicios de mensajería instantánea para garantizar que los ciudadanos disfruten de las ventajas de los mismos. Esta es la verdadera libertad de expresión", defendió.
El nuevo reglamento se produce tras una serie de esfuerzos del gobierno chino para limpiar el ciberespacio y mantener el orden de internet ante el aumento de la popularidad de las redes sociales en el país.
Una normativa similar se aprobó en 2012 para el servicio chino de microblogging --sistema que permite publicar mensajes cortos-- Sina Weibo. Este servicio, similar a Twitter, cuenta actualmente con más de 500 millones de usuarios registrados.
De acuerdo con una interpretación judicial publicada por el tribunal y la fiscalía supremos del país en septiembre del año pasado, una persona se puede enfrentar a una acusación por difamación, con penas de hasta tres años o pérdida de los derechos políticos, por publicaciones que se estime que son rumores y hayan sido vistas por más de 5.000 usuarios de internet o retuiteadas más de 500 veces.
"El ciberespacio no se puede convertir en un lugar lleno de desorden y hostilidad", dijo Jiang, que apuntó que "ningún país del mundo permite la difusión de información basada en rumores, violencia, engaños, sexo y terrorismo".