El déficit presupuestario de Israel ascendió a 2.300 millones de nuevos siclos (662 millones de dólares) en julio, en medio de la Operación Borde Protector, informó hoy el Ministerio de Finanzas de Israel.
El déficit es cerca de seis veces mayor que el de julio de 2013 cuando fue de 400 millones de nuevos siclos (aproximadamente 115 millones de dólares).
El déficit se ubica ahora en 2,7 por ciento del producto interno bruto de Israel (PIB), en comparación con el objetivo de déficit de 2,5 por ciento anunciado por el gobierno para finales de 2014.
Las principales razones para el alto déficit de julio, según el ministerio, son los crecientes gastos, incluyendo el pago del gobierno a los proveedores en el sur antes de lo normal para sostener su flujo monetario, y los menores ingresos fiscales, luego de que el Tesoro aplazó el pago de impuestos para los residentes del sur.
Estas cifras no reflejan aún el impacto total de la ofensiva de un mes en Gaza en el presupuesto israelí. El Ministerio de Defensa planea solicitar 8.000 millones de nuevos siclos (2.300 millones de dólares) para cubrir los costos de la operación, informó hoy el Jerusalem Post.
El Comité de Finanzas del parlamento israelí, el Knesset, discutirá el martes la solicitud del Ministerio de Defensa para un incremento inicial de 1.000 millones de nuevos siclos (alrededor de 300 millones de dólares).
Los daños directos a indirectos de los ataques con cohetes en todo Israel se estiman en poco más de 1.000 millones de nuevos siclos, según el Jerusalem Post. Alrededor de 3.000 cohetes han sido lanzados al sur, centro, sur-centro y norte de Israel durante la campaña militar de un mes.
La industria que sufrió un daño significativo por la ofensiva en Gaza fue el turismo. Según la Oficina Central de Estadística, 218.000 visitantes llegaron a Israel en julio de 2014, una baja de 26 por ciento en comparación con el año anterior.
La gobernadora del Banco de Israel, Karnit Flug, dijo el domingo al Canal 10 de noticias que los daños resultantes de la operación podrían ascender a 5.000 millones de nuevos siclos (1.450 millones de dólares), lo que representaría el 0,5 por ciento del PIB.
El ministro de Finanzas de Israel, Yair Lapid, dijo la semana pasada que el Tesoro no incrementará los impuestos pese a los altos costos de la operación.