TIANJIN, 24 ago (xinhua) -- Tianjin, la municipalidad septentrional vecina de Beijing, publicó este fin de semana su análisis de los contaminantes en el aire, en el que culpó a la contaminación del polvo de ser la principal causa del esmog.
Situada a unos 100 kilómetros de la capital de China, Tianjin es la segunda urbe que emite un análisis de partículas finas, o PM2,5, que son partículas en suspensión con un diámetro de 2,5 micrómetros o inferior que causan el esmog.
A principios de este año, las autoridades ambientales de China han pedido a 30 municipalidades y capitales provinciales, excluyendo Lhasa, así como a cinco grandes ciudades chinas que publiquen sus análisis antes del final de 2014.
"A través del análisis de los contaminantes, podemos adoptar medidas diferentes específicamente en áreas distintas para controlar el esmog", apuntó Feng Yinchang, profesor del Instituto de Ciencia e Ingeniería Ambientales y responsable de la investigación.
Según el análisis, aproximadamente el 30 por ciento de los contaminantes del aire es polvo. La combustión de carbón, las emisiones de los vehículos motorizados y la producción industrial, supusieron el 27%, 20%, y 17%, respectivamente.
Los resultados son completamente diferentes a los obtenidos en Beijing, donde las partículas PM2,5 fueron causadas principalmente por las emisiones de vehículos motorizados, 31,1 por ciento; seguidas por la combustión de carbón, 22,4 por ciento; la producción industrial, 18,1 por ciento, y el polvo, 14,3 por ciento.
Shijiazhuang, ciudad vecina y capital provincial de Hebei, aún no ha hecho público su análisis, pero Feng consideró que el principal contaminante viene de la producción industrial.
Pidiendo una cooperación interregional, Feng señaló que la contaminación del aire de una región siempre afecta a la otra. "Del 28 al 36 por ciento de las PM2,5 en Beijing proceden de contaminantes migrantes", dijo el científico, quien añadió que "en Tianjin el porcentaje es de entre el 22 y el 34 por ciento".
El esmog ha afectado a la mayor parte de China desde 2013, amenazando la salud de la gente. La situación en el norte de China es especialmente grave.
La densidad media de las PM2,5 en Beijing el año pasado fue de 89,5 micrógramos por metro cúbico, muy superior a los límites de control de la contaminación que son 60.