Un visitante furtivo dentro de la mansión "encantada". |
Pekín, 27/08/2014(El Pueblo en Línea)-"La casa que nunca muere", una película china en 3D, recientemente recaudó 400 millones de yuanes (65 millones de dólares). Su éxito ha llevado a un aumento en el número de visitantes a las mansiones "embrujadas" de la calle Chaonei, en el distrito pekinés de Dongcheng.
Aunque la película no fue filmada en ese lugar, las mansiones en ruinas con escaleras de madera que rechinan, lámparas colgantes llenas de polvo y suelos agrietados, han encendido la imaginación de los seguidores del filme.
La película narra la historia de una mujer que trata de vivir en la casa embrujada de sus antepasados y se encuentra envuelta en una serie de extraños sucesos paranormales.
La Asociación Patriótica Católica de Beijing que es propietaria de las mansiones abandonadas, han clausurado las puertas y tapiado las ventanas porque evitar la entrada furtiva de personas a la propiedad. La asociación también puso un aviso en la puerta diciendo que las mansiones no están embrujadas, solo se encuentran en mal estado y que además, no guardan relación ninguna con la película.
"Muchas personas dicen que son casas embrujadas, pero creo que están hablando tonterías. Estos son sólo inmuebles viejos que no pudieron ser mantenidos y se destruyen poco a poco. Están en peligro y merecen ser preservados", opina Zhou Yang, de 29 años, trabajadora por cuenta propia en Beijing. Ella solía vivir cerca de las mansiones. "Es un desperdicio tener estas ruinas en pie, ,mientras los precios de la vivienda en Pekín son increíblemente altos."
La Asociación Patriótica Católica de Beijing planea renovarlas y está a la espera de la aprobación del departamento de protección de reliquias del distrito. Construidas en la década de 1910 por un misionero estadounidense para ser utilizadas como una escuelas, los mansiones sirvieron como las oficinas de asuntos civiles de Beijing en la década de 1950. Los inmuebles fueron devueltos a la Asociación Patriótica Católica en la década de 1990, y han estado vacías desde entonces. Hace aproximadamente una década, las historias de fantasmas alrededor de estos lugares empezaron a circulas en las redes sociales chinas, atrayendo a los curiosos.
"Los edificios han sido habitados, pero por fantasmas "vivos"' (los curiosos) en vez de difuntos durante años", rebate enojado una anciada residente en la zona. A medianoche, los intrusos trepan hacian el interior de las mansiones y lanzan gritos lúgubres para asustar a los demás. A pesar de los intentos de los porteros para mantener la gente alejada, siempre hay algún entrometido.
"Es difícil para los que viven cerca poder conciliar el sueño. Los perros guardianes ladran a los desconocidos. A veces logro dormir a partir de las 4 de la madrugada, cuado se marchan los irrespetuosos visitantes," lamenta la vecina de 74 años.
"La gente está interesada en todo lo que es misterioso, especialmente en las historias de fantasmas y aparecidos. Cuando nos asustamos, liberamos adrenalina y endorfinas, que nos dan una alta satisfacción momentánea, y esto puede ser sorprendentemente adictivo", explica Daniel Newman, inglés fundador de la agencia newmantour. La empresa ofrece viajes en idioma Inglés, y en su oferta incluye "el tour de los fantasmas", que incluye destinos como Shanghai y Beijing.
Newman cuenta historias de apariciones de fantasmas a los turistas durante las excursiones a la calle Chaonei, pero no dentro de las mansiones. Él piensa que China es rica en historias de fantasmas y que los chinos tienden a tomar más en serio a los habitantes del inframundo que los occidentales, a pesar de que sea una superstición.