El ejército de Egipto mató hoy a 16 presuntos militantes en enfrentamientos y arrestó a otros cuatro presuntos líderes extremistas y miembros del grupo Ansar Bayt al-Maqdis con sede en Sinaí, informaron fuentes de seguridad.
"En enfrentamientos separados en los pueblos de Sinaí Norte de Al-Muqataa, Al-Agra y Al-Goura, tanques del ejército atacaron tres vehículos y una motocicleta que portaban banderas de Al-Qaeda", indicaron a Xinhua las fuentes que solicitaron no ser identificadas.
El episodio de hoy forma parte de una masiva campaña de seguridad en la península de Sinaí en donde los ataques contra las fuerzas de seguridad se han incrementado desde la destitución del ex presidente islamista Mohamed Morsi por parte del ejército.
Decenas de presuntos extremistas han muerto y cientos más han sido arrestados desde entonces.
"Las fuerzas de seguridad arrestaron a cuatro líderes importantes de Ansar Bayt al-Maqdis que estuvieron involucrados en las masacres de Rafah (contra las fuerzas de seguridad)", agregaron las fuentes. "Se decomisaron armas y explosivos y la operación de seguridad continúa".
La destitución del presidente islamista enojó a grupos extremistas que han estado atacando al personal y las instalaciones de seguridad en Sinaí, en El Cairo, la capital, y en algunas otras provincias, lo que ha dejado decenas de muertos y cientos de heridos.
Por otra parte, las fuerzas de seguridad han estado tomando masivas y enérgicas medidas contra presuntos simpatizantes de Morsi, lo que ha conducido a un creciente resentimiento entre los simpatizantes de la proscrita Hermandad Musulmana a la que Morsi pertenece.
Grupos internacionales de derechos humanos documentaron que las fuerzas de seguridad emplearon una fuerza excesiva para desbaratar una marcha pro Morsi en El Cairo y Giza en agosto de 2013, lo cual dejó cerca de 1.000 muertos y miles de detenidos, incluyendo a periodistas y activistas estudiantiles.
El gobierno responsabiliza a la Hermandad Musulmana de los ataques contra las fuerzas de seguridad, pero el grupo islamista rechaza la acusación.