El partido gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) conmemoró hoy el 25 aniversario de la mayor ofensiva militar en el Salvador denominada "Hasta el tope" cuando era una organización insurgente.
La operación guerrillera fue organizada a lo largo de 10 días en noviembre de 1989 con el desplazamiento de todas las unidades rebeldes en torno a la capital y presionó al gobierno en turno para desembocar en las negociaciones de paz con la mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La conmemoración fue realizada en el cementerio público municipal conocido como "La Bermeja" para "recordar y rendir tributo a las heroínas y héroes que murieron en esa contienda", informó el FMLN.
Dirigentes del partido gobernante afirmaron que la ofensiva fue "el camino de la negociación y salida política al conflicto armado".
La diputada Norma Guevara, quien perteneció al Partido Comunista, opinó que el operativo fue "un acto extraordinario".
De acuerdo con el FMLN, 401 miembros de la guerrilla murieron en la ofensiva que inició la noche del 11 de noviembre de 1989.
La antigua guerrilla cercó la capital ocupando los principales barrios populares de la ciudad, los cuales fueron bombardeados por la Fuerza Aérea Salvadoreña (FAS).
Sin embargo, la maniobra que destacó fue la ocupación de un hotel capitalino donde estaba alojado el entonces secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Joao Baena Soares.
En medio de los combates, una unidad del batallón contrainsurgente Atlacatl allanó el campus de la Universidad Centroamericana (UCA) y ejecutó a seis sacerdotes jesuitas que dirigían el centro de estudios superiores, y a dos empleadas.
La masacre provocó la condena de la comunidad internacional y creó un efecto bumerang en contra del gobierno del ex presidente Alfredo Cristiani.
La investigación por el asesinato de los jesuitas nunca ha podido revelar el nivel de participación o compromiso de sectores conservadores de El Salvador que todavía afirman que los religiosos simpatizaron con la otrora guerrilla.
El asesinato de los religiosos fue uno de los crímenes de guerra que enlutó este país centroamericano a lo largo de 12 años de guerra civil y donde murieron por igual el ex arzobispo Óscar Arnulfo Romero, así como cuatro monjas estadounidenses.
La guerra civil cobró la vida de al menos 70.000 víctimas y finalizó el 16 de enero de 1992 mediante la firma de un acuerdo de paz en la ciudad de México entre el ex presidente Cristiani y la ex dirigencia del Frente.