SANTIAGO, 12 nov (Xinhua) -- El siglo XXI se caracterizará por el envejecimiento de la población en América Latina y el Caribe debido a la reducción de la fecundidad y el aumento de la esperanza de vida, pronosticó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Respecto a los nacimientos, se pasó de tener índices reproductivos que estaban entre los más altos del mundo, con una tasa de fecundidad de casi seis hijos por mujer en el quinquenio 1950-1955, a un nivel menor a 2,2 hijos por mujer en el quinquenio actual, lo que está por debajo de la media mundial (2,3), explicó.
En cuando a la esperanza de vida, "para el 2040 (...) superará los 70 años, y las tasas globales de fecundidad serán inferiores a tres hijos por mujer en todos los países latinoamericanos y caribeños", agregó la CEPAL.
El organismo de Naciones Unidas presentó este miércoles su informe "La nueva era demográfica en América Latina y el Caribe: la hora de la igualdad, según el reloj poblacional", durante la reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo.
La inauguración estuvo a cargo de Antonio Prado, secretario ejecutivo adjunto de la CEPAL; el director adjunto de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA-LACRO), Esteban Caballero, y el viceministro de Salud de Uruguay, Leonel Briozzo, quien preside la Mesa.
La CEPAL detalló que "el número de habitantes en la región se incrementó de 161 millones en 1950 a 512 millones en el año 2000 y las proyecciones para este siglo prevén un aumento de hasta 734 millones en 2050, aunque se estima que habrá un descenso posterior, hasta 687 millones en 2100".
Según la CEPAL, en esta centuria (siglo XXI), las modificaciones se observarán en la estructura por edad de la población, lo cual se deberá al avance del proceso de envejecimiento.
La esperanza de vida al nacer aumentó de 55,7 años en el quinquenio 1950-1955, cuando era más de 10 años inferior al promedio de las regiones desarrolladas, a 74,7 años en el quinquenio actual (2010-2015), menor en cerca de cinco años a la de los países más avanzados.
El informe precisó que, en los últimos 60 años, "la esperanza de vida en América Latina y el Caribe se incrementó en 23 años y la brecha con las zonas más desarrolladas se acortó a la mitad".
Explicó que el aumento en este indicador responde en buena medida a la reducción de la mortalidad en las edades tempranas, sobre todo en la mortalidad infantil.
Indicó también que "estas cifras implican nuevos desafíos para que la región pueda aprovechar estas oportunidades demográficas para reducir la desigualdad".
El organismo resaltó que "ello dependerá de que se tomen medidas tanto en el ámbito macroeconómico, referentes a la transformación productiva y a regímenes fiscales progresivos, como en el terreno político y en el social, a través de una mayor y mejor educación y protección social".
Argumentó que "la reducción de la proporción de niños y jóvenes hace que sea posible extender a todos ellos los beneficios de una educación de alta calidad de la que antes solo se beneficiaba una pequeña minoría".
Sin embargo, alertó respecto a que "el envejecimiento de la población plantea igualmente desafíos relativos al funcionamiento y viabilidad de los sistemas de pensiones actuales".
La primera Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe se celebró en 2013, en Uruguay, adoptando el "Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo", con 100 medidas, entre ellas, el envejecimiento, igualdad de género, pueblos indígenas y salud sexual y reproductiva.
En Santiago, los delegados analizarán la implementación del Consenso de Montevideo y prepararán orientaciones específicas, indicadores de medición y sistemas de monitoreo de este proceso.
El resultado final de estos trabajos será aprobado en la segunda reunión de la Conferencia Regional, prevista para octubre de 2015 en México.