Expertos de ONU piden cese inmediato de demolición de viviendas palestinas

Actualizado a las 26/11/2014 - 10:35

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El uso de la demolición de viviendas por parte del gobierno israelí como medida punitiva en respuesta a los presuntos actos de violencia de los palestinos debe cesar de inmediato, indicaron hoy dos expertos de la ONU.

Los expertos agregaron que la práctica, la cual se aplica a viviendas palestinas tanto en Israel como en los territorios palestinos ocupados, es una violación de las leyes de derechos humanos.

"Todos los actos de violencia requieren una firme respuesta de las autoridades israelíes y los responsables deben ser juzgados ante un tribunal y ser condenados por sus delitos", indicó en un boletín de prensa Makarim Wibisono, relator especial para la situación de derechos humanos en los territorios palestinos.

Sin embargo, el Estado "no puede ir más allá de lo que es sancionado por el derecho internacional", añadió el experto.

Las declaraciones de Wibisono se producen después de que el 19 de noviembre se demolió en Jerusalén Oriental la vivienda de Abd al-Rahman al-Shaludi, palestino acusado de perpetrar el mes pasado un ataque con auto en Jerusalén que provocó la muerte de una mujer de 22 años y de una bebé de tres meses.

Además de la vivienda de Al-Shaludi, las autoridades israelíes programaron al menos otras seis viviendas de sospechosos palestinos en Jerusalén Oriental, en el campamento de refugiados de Askar y en Hebrón para ser demolidas o selladas.

El sellado es una práctica de cierre total o parcial de las habitaciones de una casa con concreto o láminas de metal con la que se impide a los familiares ingresar a sus viviendas, a veces por tiempo indefinido.

Por otra parte, luego de un reciente ataque letal contra una sinagoga de Jerusalén se prepara, según informes, la demolición de varias viviendas más.

"En el caso del Sr. Al-Shaludi, quien fue abatido a tiros por la policía israelí en el lugar de los hechos, la demolición de su casa en medio de la noche no sirve a otro propósito más que castigar a sus padres y cinco hermanos inocentes a los que deja sin hogar", dijo Leilani Farha, relatora especial para el derecho a vivienda adecuada.

"Para ponerlo en palabras simples: el uso de la demolición de viviendas como medida punitiva es una forma de castigo colectivo que va en contra del derecho internacional", dijo la relatora. "Israel debe poner fin inmediato al uso de esta devastadora práctica".

Las recientes demoliciones de viviendas se producen en un contexto de cada vez más tensiones, marcadas por varios incidentes fatales, entre palestinos e israelíes.

Sin embargo, los dos relatores especiales advirtieron que un aumento en las demoliciones "sólo añadirá más a la frustración y desesperación de la gente que vive bajo prolongada ocupación militar y sembrará las semillas de más odio y violencia para el futuro".

"La única forma de detener este ciclo de violencia es que Israel coloque a los derechos humanos en el centro de su elaboración de políticas", dijo Wibisono.

El 10 de noviembre, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó a funcionarios de seguridad demoler las viviendas de los palestinos que han perpetrado ataques letales contra israelíes, indicó su oficina en una declaración.

La orden para usar esta polémica medida punitiva fue dada durante una discusión de seguridad con la dirigencia de defensa israelí que fue convocada en Jerusalén luego de dos ataques a puñaladas que dejaron dos israelíes muertos.

Durante muchos años, Israel utilizó las demoliciones de viviendas como medida punitiva contra los palestinos que dañaron o presuntamente dañaron a israelíes. Desde la ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza en 1967, las fuerzas de seguridad israelíes han demolido cientos de viviendas.

Sin embargo, en 2005, el ejército israelí abandonó esta política luego de que la dirigencia de seguridad encontró que los inconvenientes de esta política superaban sus beneficios. La medida punitiva fue retomada para su uso por el gobierno en julio, luego del secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes en Cisjordania.