El gobierno israelí votó hoy de manera unánime a favor de una nueva iniciativa que permite a las autoridades israelíes detener a los solicitantes de asilo hasta 20 meses en un complejo de "prisión abierta" en el sur de Israel, confirmó a Xinhua un vocero de la oficina de prensa del gobierno.
La iniciativa, llamada "Ley de Prevención de la Infiltración", es la tercera formulación de la iniciativa, elaborada después de que el Tribunal Supremo de Israel rechazó las dos versiones anteriores de la ley por infringir los derechos humanos básicos de los migrantes.
De acuerdo con la iniciativa, una vez que los solicitantes de asilo ingresen a Israel serán enviados a la prisión Saharonim y de ahí serán llevados al centro de detención de Holot en el sur del desierto del Néguev, donde serán retenidos hasta 20 meses.
El 22 de septiembre, el Tribunal Supremo descalificó la política del gobierno que permitía la detención de los migrantes indocumentados hasta por un año sin juicio y pidió a las autoridades cerrar el establecimiento antes del 22 de diciembre.
En 2013, el Tribunal Supremo revocó la primera formulación de la ley que permitía a Israel encerrar a los migrantes durante un período de hasta tres años sin juicio.
Luego de la aprobación del gobierno, la iniciativa fue remitida para su discusión al Comité de Asuntos del Interior del Knesset, el Parlamento israelí, y fue votada en numerosas ocasiones en el pleno del Knesset.
La tercera versión de la iniciativa también podría enfrentar problemas en el Tribunal Supremo, el cual está en contra de cualquier período de encarcelamiento de los migrantes indocumentados sin juicio.
De acuerdo con las autoridades israelíes, actualmente hay cerca de 48.000 migrantes africanos que ingresaron a este país sin permiso a través de la frontera entre Egipto e Israel.
La mayoría de los migrantes proviene de la conflictiva Sudán del Sur y de Eritrea. Alrededor de 2.000 migrantes indocumentados están encerrados actualmente en el centro de Holot.
Las autoridades israelíes consideran a los migrantes como un riesgo al carácter judío del Estado. Por otra parte, las severas medidas tomadas contra los migrantes son criticadas por los manifestantes de izquierda y por activistas.