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Informe sobre los resultados de la ejecución del plan de desarrollo económico y social de 2014 y el proyecto de plan de desarrollo económico y social para 2015 (2)

Pueblo en Línea  2015:03:16.16:14

II. EXIGENCIA GENERAL, OBJETIVOS PRINCIPALES Y RUMBO DE LAS POLÍTICAS PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL EN 2015

El 2015 es un año clave para la profundización integral de la reforma, el año del inicio del impulso integral de la gobernación del país según la ley y, asimismo, el de la finalización de la materialización integral del XII Plan Quinquenal. Las exigencias para el trabajo económico de 2015 son que, aplicando cabalmente el espíritu del XVIII Congreso Nacional del Partido y de la III y la IV Sesión Plenaria de su XVIII Comité Central, guiándonos por la teoría de Deng Xiaoping, el importante pensamiento de la triple representatividad y la concepción científica del desarrollo, y plasmando integralmente el espíritu de la serie de importantes discursos del secretario general Xi Jinping, persistamos en la tónica general del trabajo, consistente en pugnar por progresar sobre la base de la estabilidad, perseveremos en tomar como tarea central la mejora de la calidad y rentabilidad del desarrollo económico, nos adaptemos por iniciativa propia a la nueva normalidad de este, mantengamos el funcionamiento económico dentro de unos límites razonables, situemos el cambio de modalidad y el reajuste estructural en una posición más importante, dediquemos ingentes esfuerzos al “asalto de las plazas fuertes” en la reforma, recalquemos el papel propulsor de la innovación, potenciemos la prevención y el control de los riesgos y reforcemos la garantización de las condiciones de vida del pueblo, con el fin de promover un desarrollo económico seguro y sano, así como la armonía y la estabilidad en el orden social.

Al persistir en la tónica general del trabajo, consistente en pugnar por progresar sobre la base de la estabilidad, pondremos la prioridad de esta última en estabilizar el funcionamiento económico para asegurar que no surjan grandes fluctuaciones en el crecimiento, el empleo y los precios, y que en el sector financiero no aparezcan riesgos regionales y sistémicos. Y, en lo referente a “progresar”, nos centraremos en el reajuste de la estructura económica y en la profundización de la reforma y la apertura, asegurando así el logro de nuevos resultados en el cambio de la modalidad del desarrollo económico y en el desarrollo propulsado por la innovación. A raíz de las exigencias que se acaban de exponer, y en vinculación con las metas fijadas en el XII Plan Quinquenal, formulamos los principales objetivos expectativos para el desarrollo económico y social en 2015 como sigue.

— Mantenimiento de un incremento económico seguro. Se prevé un incremento del PIB de alrededor del 7%. Nuestra consideración principal es que este ritmo, que se adecua a la nueva normalidad del desarrollo económico, refleja el potencial del aumento económico en la etapa actual y coincide con las expectativas del mercado, podrá alcanzarse mediante esfuerzo. Al mismo tiempo, a juzgar por las relaciones en los últimos años entre el crecimiento económico, el cambio estructural y el aumento del empleo, dicho incremento en torno al 7% será capaz de promover la creación de más de 10 millones de puestos de trabajo en las ciudades y los poblados. En la ejecución real debemos apoyarnos en la promoción de la reforma y en el reajuste de la estructura para procurar mejores resultados.

— Estabilidad básica del índice general de precios. Se espera un alza de los precios al consumidor de alrededor del 3%. Nuestras consideraciones fundamentales se relacionan a continuación. Debido a la oscilación en bajos niveles que pueden tener los precios de los productos básicos en el mercado internacional, al abastecimiento suficiente de las mercancías importantes en el mercado nacional y a las entrelazadas contradicciones entre el exceso de capacidad productiva en algunos sectores industriales y la atonía de la demanda, el índice general de precios va a seguir una tendencia débil, dejando así previamente cierto margen para la reforma de los precios.

— Nuevos progresos en la mejora de la calidad de la economía y el incremento de su rentabilidad. Se completarán gradualmente los regímenes y mecanismos impulsores de la innovación y se aumentarán con paso firme las inversiones destinadas a investigación y desarrollo. Seguirán subiendo el peso específico del valor agregado de las industrias emergentes estratégicas y el del sector servicios en el PIB, y se acelerará la reconversión y actualización de las industrias tradicionales. Se llevará adelante activamente la urbanización de nuevo tipo y se acentuará el carácter sinérgico del desarrollo regional. Tanto el consumo de energía por unidad del PIB como la emisión de dióxido carbónico por unidad del PIB bajarán más de un 3,1%; y las emisiones asociadas con la demanda química de oxígeno, las de nitrógeno amoniacal, las de dióxido de azufre y las de óxidos de nitrógeno disminuirán respectivamente alrededor de un 2%, un 2%, un 3% y un 5%.

— Incremento continuo del bienestar para la vida del pueblo. En ciudades y poblados se crearán más de 10 millones de puestos de trabajo y estará por debajo del 4,5% la tasa del desempleo registrado. Haremos que el aumento de los ingresos de la población vaya sincronizado con el crecimiento económico y reduciremos la población rural necesitada en más de 10 millones de personas. Perfeccionaremos en mayor extensión el sistema de seguridad social; y seguiremos ampliando la cobertura de la seguridad social para la tercera edad, la asistencia médica, etc., junto con una elevación gradual del nivel de aseguramiento. Promoveremos de continuo la equidad en el acceso a los servicios públicos básicos en terrenos como la educación, la sanidad y la cultura. Y la tasa de crecimiento demográfico vegetativo estará dentro del 6,5‰.

— Mantenimiento del equilibrio básico de la balanza de pagos. El valor global de las importaciones y exportaciones se acrecentará más o menos un 6%, se aumentarán el peso específico del comercio general y el del comercio de servicios, se mantendrá estable a grandes rasgos la magnitud del aprovechamiento de capitales foráneos, y las inversiones directas en ultramar proseguirán con un crecimiento relativamente rápido.

Para materializar estos objetivos y realizar debidamente el trabajo económico de 2015, tenemos que persistir en mantener estables las macropolíticas y flexibles las micropolíticas y en hacer valer la función aseguradora de las políticas sociales en beneficio de las capas sociales bajas; coordinar la estabilización del crecimiento, la promoción de la reforma, el reajuste de la estructura, las actuaciones en beneficio de la vida de la población y la prevención de riesgos; continuar innovando y perfeccionando los lineamientos y modalidades del macrocontrol; mantener la continuidad y la estabilidad de las políticas, y fortalecer la coordinación y la colaboración entre las macropolíticas, formando así una fuerza convergente de políticas.

Es necesario intensificar la política fiscal activa y aumentar su eficacia. Para este año se proyecta programar un déficit fiscal nacional de 1,62 billones de yuanes, 270.000 millones más que el ejercicio anterior, situándose la tasa de déficit en aproximadamente el 2,3%. De esa cantidad, 1,12 billones corresponden al déficit de la hacienda central, y 500.000 millones, al déficit de las haciendas locales. Además, se programa que los gobiernos locales emitan en volumen adecuado bonos especiales. En esta política se hace hincapié en varios puntos. Primero: seguir aplicando la reducción tributaria estructural y poniendo en práctica la rebaja tarifaria general. Expandiremos el alcance de la sustitución de la recaudación del impuesto a las transacciones por la del impuesto al valor agregado hacia ramas como la construcción, los bienes inmuebles, las finanzas y los servicios prestados para la facilitación de la vida cotidiana. Llevaremos a buen término las políticas de exención tributaria parcial o total para las pequeñas empresas y las microempresas. Segundo: reajustar y optimizar la estructura de los gastos fiscales. Destinaremos estos gastos con propensión prioritaria a terrenos como la agricultura, el campo y el campesinado, la vida del pueblo y la protección medioambiental, así como a las antiguas bases revolucionarias, las áreas de minorías étnicas, las zonas fronterizas y las regiones pobres, y a las zonas funcionales ecológicas prioritarias, y daremos apoyo más intensivo respecto a los avales de financiación tanto a la agricultura, el campo y el campesinado como a las pequeñas empresas y las microempresas. Debemos persistir en la práctica de un riguroso régimen de ahorro, controlando estrictamente los gastos ordinarios. Y tercero: elevar efectivamente la rentabilidad de la utilización de los fondos fiscales. Debemos innovar los modos de tal utilización, intensificar las operaciones administrativas del dinero en efectivo del erario y poner en circulación y utilizar bien los fondos que este tiene en existencias.

Es necesario mantener una flexibilidad y rigidez apropiada de la política monetaria prudente. Para este año se prevé que la provisión de dinero en sentido amplio (M2) aumentará sobre un 12%, porcentaje que puede subir ligeramente según las necesidades en la ejecución real. Hay que introducir una regulación previa y una microrregulación oportunas y adecuadas; dar refuerzo a las acciones de regulación y control direccional, a la coordinación de la supervisión y control, y al manejo de las expectativas, y mantener una liquidez monetaria racional y suficiente. La política monetaria prudente pone el énfasis en una serie de puntos. Primero: rebajar eficazmente los costes de financiación de la economía real. Emplearemos de forma integral los medios de regulación y control a través de importes y precios, con el fin de orientar a las instituciones financieras para que reduzcan los tipos de interés de los préstamos y fomentar que los tipos de interés del mercado se mantengan en un nivel racional. Segundo: apoyar la reestructuración, el cambio de modalidad y la actualización de la economía. Tenemos que emplear de forma integral múltiples instrumentos de la política monetaria y guiar a las instituciones financieras para que intensifiquen su apoyo crediticio a las pequeñas empresas y microempresas, a la agricultura, el campo y el campesinado, a las regiones centrales y occidentales y a la fusión y reorganización de las empresas. Persistiendo en el tratamiento casuístico y la aplicación de políticas por clasificación, brindaremos mayor respaldo a la reorganización de las deudas contraídas por las empresas. Tercero: actuar con eficacia en la prevención, el control y la neutralización de los riesgos financieros. Hemos de reforzar la supervisión y el control de ámbitos como los bienes raíces, las deudas gubernamentales locales, la banca en la sombra y los créditos de garantía mutua o solidaria, así como de los productos financieros que traspasan mercados y sectores, y garantizar el cumplimiento de la exigencia mínima de evitar la aparición de riesgos financieros regionales y sistémicos. Y cuarto: impulsar con paso seguro la reforma tendente a la mercadización de los tipos de interés y perfeccionar el mecanismo de fijación de los tipos de cambio del yuan. Hay que ampliar el alcance de la fijación de los tipos de interés en función del mercado relativa a los productos de deuda de las instituciones financieras y perfeccionar el marco de regulación y control de los tipos de interés del banco central. Aumentaremos la flexibilidad de las fluctuaciones bidireccionales de los tipos de cambio del yuan y mantendremos la estabilidad básica de estos en un nivel racional y equilibrado.

Es necesario establecer la sinergia y la coactuación entre las políticas para formar una fuerza convergente. Hay que mantenerse firmes en atribuir igual importancia a la administración de la oferta y a la de la demanda, combinar de manera orgánica la política sectorial y la de competencia, hacer valer plenamente la función de la política fiscal y la monetaria como medios principales y fortalecer la coordinación y colaboración de los medios políticos, entre ellos los referentes al consumo, la inversión, la industria, los precios, las regiones, los terrenos y la protección medioambiental. Primero, llevaremos a efecto las políticas y medidas concernientes a una mayor ampliación del consumo y al pleno despliegue de su función fundamental, a objeto de fomentar el crecimiento racional de los ingresos de la población, formar y robustecer los focos de consumo y optimizar el entorno de este. Segundo, vamos a completar el sistema de las inversiones gubernamentales para fines públicos, optimizar el destino y los modos de su uso, y reforzar la coordinación y la colaboración de las inversiones englobadas en el presupuesto con los recursos financieros, como los referentes a las operaciones financieras de desarrollo y de políticas, a bonos, a fondos o a seguros, para atraer e impulsar las inversiones no públicas. Tercero, debemos poner la mirada en la elevación de la competitividad en áreas medulares de las industrias, conceder mayor importancia al estímulo dado por los beneficios de alcance general, a la eliminación de los obstáculos y al fortalecimiento de la supervisión y el control, reforzar la orientación sobre la distribución y planeación de los sectores industriales, potenciar la mejora de la calidad y la construcción de normativas y marcas, implantar y completar los mecanismos de evaluación y supresión de capacidades productivas y perfeccionar los regímenes y mecanismos favorables al desarrollo del sistema industrial moderno. Cuarto, impulsaremos con mayor celeridad la reforma de los precios, reduciremos en gran medida el alcance de la fijación de precios por parte del gobierno, desplegaremos a plenitud la función de palanca que desempeñan los precios, exploraremos el perfeccionamiento del mecanismo de fijación de precios de los productos agrícolas mediante la reforma experimental de los precios indicativos, promoveremos la aplicación de la política de tarifas diferenciadas y la de tarifas escalonadas e intensificaremos tanto la supervisión y el control del comportamiento de los precios como la aplicación de la ley antimonopolio, con miras a fomentar la competencia leal de los sujetos del mercado. Quinto, tenemos que perfeccionar el sistema de políticas regionales, acentuar la orientación por clasificación de las políticas, reducir su espacio unitario de acción, elevar su precisión, mejorar el mecanismo de interacción interregional y apoyo por sectores homólogos y promover la equidad del acceso a los servicios públicos básicos, así como el desarrollo coordinado entre las regiones. Sexto, vamos a reforzar la administración de los planes de aprovechamiento de tierras, innovar las políticas y los regímenes correspondientes, poner en circulación las existencias de los terrenos destinados a la construcción y seguir aplicando los sistemas, aún más estrictos, de la protección de tierras de cultivo y de la utilización economizadora e intensiva de los terrenos. Séptimo y último, reglamentaremos las normas del acceso al mercado concernientes al ahorro de energía, suelo y agua, al medio ambiente, a las tecnologías, a la seguridad, etc., fortaleceremos la valoración y verificación de la sobriedad energética, así como la evaluación del impacto ambiental, intensificaremos el apoyo en materia de fondos y políticas al ámbito del ahorro energético y la protección medioambiental, y mejoraremos constantemente la calidad del entorno ecológico.


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(Editor:Felipe Chen,Rocío Huang)

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