El BAII es la solución de la actual brecha en inversión para infraestructura en Asia-Pacífico

Actualizado a las 03/06/2015 - 16:39

Palabras clave：inversión

Por Shi Jianxun

Pekín, 20/03/2015(El Pueblo en Línea)-El mundo ha seguido con interés la adhesión de Gran Bretaña al Banco Asiático de Inversión para Infraestructura (BAII) y las recientes confirmaciones de Alemania, Francia e Italia como miembros plenos.

El presidente Xi Jinping propuso la idea del nuevo banco de inversiones (BAII) durante su visita al sudeste asiático en octubre de 2013.

Los principales objetivos del BAII son: ayudar a los países de Asia-Pacífico para desarrollar infraestructura, promover la conectividad y alentar el proceso de integración económica en la región. El banco no sólo reforzará la infraestructura como un motor dinámico del crecimiento económico, sino también mejorará la eficiencia del capital asiático y su contribución al desarrollo regional.

Más que ser un competidor, el BAII tendrá una relación complementaria con los bancos multilaterales de desarrollo existentes.

Por un lado, el BAII continuará promoviendo la reforma del FondoMonetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Por el otro, será un complemento eficaz para el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo en temas de inversión, asistencia internacional y financiamiento.

Según expertos, entre 2010 y 2020, la inversión en infraestructura que la región Asia-Pacífico requiere es de 8 trillones de dólares, mientras que los préstamos proporcionados hasta ahora solamente llegan a 10 billones de dólares anuales. El BAII llenará la enorme brecha existente en el campo de la inversión en infraestructura a favor de los países asiáticos en vías de desarrollo.

El BAII también necesita la participación activa de otros países no asiáticos.

Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y otros países desarrollados aportan fondos y técnicas avanzadas de administración de bancos internacionales, estructura de gobernanza e imagen internacional .

El BAII se adhiere a los principios de apertura y tolerancia y da la bienvenida a la participación de otros miembros de la comunidad mundial.

Por desgracia, la iniciativa del BAII está siendo obstaculizada por Estados Unidos, no sólo con su rechazo a unirse al BAII, sino haciendo todo lo posible para evitar que algunos de sus aliados se hagan miembros.

En los últimos años, Estados Unidos ha estado instando a China para que ejerza un liderazgo acorde con su creciente fortaleza como país y que disponga más recursos para apoyar el desarrollo internacional y los objetivos globales. Sin embargo, tan pronto como China intenta asumir mayores responsabilidades, un ejemplo claro es la iniciativa del BAII, los Estados Unidos comienzan a patalear. Tal conducta va más allá de la miopía: es descaradamente hipócrita.

En lugar de seguir obstaculizando loables y necesarios proyectos que China propone, Estados Unidos debe unirse como miembro al BAII, compartir experiencias en la gestión internacional de la banca y ayudar a hacer más eficiente sus operaciones. Sin dudas, esto será algo bueno para los Estados Unidos, para Asia y para el resto del mundo.

El autor es profesor de la Facultad de ciencias económicas y administración de la Universidad de Tongji, en Shanghai