El viaje de Xi Jinping por Eurasia busca la amistad, no la alianza |
El presidente Vladimir Putin (derecha) de Rusia y presidente Xi Jinping de China asisten a una ceremonia de firma de documentos durante su reunión en el Kremlin, en Moscú, el 8 de mayo de 2015. [Foto/agencias]
Por Chen Yurong
Por invitación del presidente ruso, Vladimir Putin, el presidente chino Xi Jinping hizo una visita oficial a Moscú la semana pasada y asistió al desfile militar celebrado en Moscú el sábado para conmemorar el 70 aniversario de la victoria de la Gran Guerra Patriótica (1941-45).
Por primera vez, el ejército de liberación del pueblo chino participó en una revisión militar en Rusia, donde 102 miembros de la guardia de honor marcharon por la PlazaRoja en conmemoración de la victoria contra los Nazis hace 70 años.
La presencia de XI en el palco de revisión de tropas supuso un hito en las relaciones del más alto nivel entre China y Rusia. Los vínculos bilaterales, que han mejorado constantemente en las últimas dos décadas, se encuentran hoy en su nivel más alto. En otras palabras, Pekín y Moscú se ven el uno al otro como su socio más importante y comparten muchos consensos sobre cómo conservar los frutos de la victoria contra el fascismo.
La firma de 32 documentos para la cooperación bilateral en financiamiento, materia aeroespacial y de ferrocarriles durante la reunión entre Putin y Xi el viernes es un caso puntual. En particular, ambos líderes acordaron integrar la iniciativa Cinturón Económico de la Ruta de la Seda de China con la estrategia Trans-Eurasia de Rusia, con el objetivo de consolidar los vínculos económicos y políticos entre los dos países.
Algunos medios occidentales parecen decididos a interpretar esta alianza estratégica global como una alianza dirigida contra la hegemonía occidental encabezada por Estados Unidos, pero como Xi subrayó durante su reunión con el primer ministro ruso Dmitry Medvedev después del desfile, la asociación estratégica integral de coordinación entre China y Rusia se basa en "el entendimiento político entre ambos países y la profunda amistad entre ambos pueblos". No es una alianza militar dirigida a terceros países.
Antes de su viaje a Moscú, Xi escribió en un artículo publicado en Rossiiskaya Gazeta, un periódico muy influyente de Rusia, que la cooperación mutuamente beneficiosa será el núcleo de las relaciones internacionales de hoy porque "la unidad hace la fuerza, mientras que el aislamiento es debilidad".
Es una pena que los líderes de las principales potencias occidentales, incluyendo Estados Unidos, no hayan comprendido el punto de vista de Xi y se hayan negado a asistir al desfile de Moscú. En contraste, algunos de sus predecesores si asistieron al desfile del 60 aniversario hace diez años. La ausencia de los dirigentes occidentales en el desfile del sábado indica un distanciamiento entre Rusia y Occidente debido a la crisis de Ucrania.
En el último año, Washington y sus aliados europeos han impuesto una serie de sanciones económicas contra Moscú por su implicación en los disturbios en el este de Ucrania, pero no era necesario mostrar su enfado no asistiendo al desfile de la victoria de Rusia, que podría haber servido de oportunidad para calmar las tensiones y conmemorar la lucha conjunta contra el fascismo.
Si observamos un panorama más amplio, en el último viaje de Xi Jinping por Eurasia, además de Rusia el lider chino también visitó Kazajstán y Bielorrusia, lo que fortalece la asociación de cooperación de China con los tres países e inyecta nueva vitalidad a la iniciativa del Cinturón Económico de la Ruta de la Seda, que cubre grandes extensiones de Europa y Asia.
Kazajstán reiteró su disposición a crear nuevas políticas que beneficien a la iniciativa del Cinturón Económico de la Ruta de la Seda, mientras que Bielorrusia pretende realizar avances importantes en los proyectos de cooperación con China, como la construcción de un parque industrial de alta tecnología cerca de Minsk.
Por lo tanto, los países occidentales deben reflexionar sobre su propia ausencia en este importante evento en lugar de especular sobre el viaje de Xi, quien ha demostrado una vez más el compromiso de Pekín para la integración y la estabilidad regional.
El autor es director del Departamento de Estudios de Asia Central y Europa en el Instituto de Estudios Internacionales de China.