El presidente del Parlamento Latinoamericano capítulo Venezuela, Angel Rodríguez, aseguró hoy que el gobierno de Caracas mantiene "muy buenas relaciones" con Guyana, pese a las recientes desavenencias debido a los permisos de exploración otorgados por Georgetown a empresas trasnacionales en la zona en reclamación.
En declaraciones transmitidas por el canal privado Televen, el diputado destacó que el ejecutivo venezolano valora sus "excelentes" nexos diplomáticos y comerciales con el país vecino.
Aunque indicó que ha sido igualmente enfática la exigencia de Caracas de detener los trabajos en la zona, especialmente porque se trata del área más conocida como Territorio del Esequibo, actualmente administrada por Guyana pero cuya soberanía es reclamada por Venezuela basándose en el Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Rodríguez manifestó además que la principal empresa interesada en continuar las labores de exploración es la estadounidense Exxon Mobil, compañía que la víspera difundió el hallazgo de petróleo en el campo Stabroek Block, situado a 200 kilómetros de la costa de Guyana en el Esequibo.
"Tenemos con ellos (Exxon Mobil) problemas en reclamación (...) Tienen un historial que genera controversias pues intervienen en los asuntos internos de gobiernos en distintos continentes", admitió el diputado suramericano.
En este sentido advirtió que el objetivo principal de Washington no es la zona en reclamación sino la Faja Petrolífera del Orinoco "Hugo Chávez", el reservorio certificado más grande de crudo del planeta.
Asimismo puntualizó que el gobierno venezolano ha denunciado que se trata de una "operación" por parte de Estados Unidos para generar un conflicto con Guyana que pudiera "permitirles una intervención internacional", ya que situaría a Caracas como un "peligro" para la estabilidad regional y socavaría el apoyo de la Comunidad del Caribe (Caricom).
"Estados Unidos está involucrado (...) ¿A quién le interesa provocar una confrontación, enrarecer la relación entre Guyana y Venezuela?, a Venezuela no le interesa. Creo que hay bastante tiempo y son unas relaciones de pueblo a pueblo que nos van a permitir avanzar hacia una buena relación", afirmó.
Mientras, subrayó que el Estado venezolano ha sido enfático en manifestar su disposición de establecer arreglos y llegar a soluciones beneficiosas para ambos países.
Dentro de ellas Rodríguez mencionó la creación de un consenso con varias empresas internacionales encargadas de valorar "la verdadera importancia y riqueza del territorio y luego continuar con un acuerdo de territorialidad de forma pacífica y dentro del orden jurídico internacional".
Además de solicitar a la Organización de Naciones Unidas (ONU) la designación de un nuevo representante que contribuya a encontrar una solución al diferendo, luego de que el pasado año falleciera el mediador, Norman Girvan.
El pasado 7 de abril, la canciller venezolana Delcy Rodríguez en representación del gobierno de Caracas, exigió a Exxon Mobil "evitar" operaciones de exploración o extracción petrolera en el territorio en disputa con Guyana.
En carta abierta dirigida al gerente de la empresa Esso Exploration and Production Guyana, Jeff Simon, quien representa a la compañía subsidiaria de Exxon en ese país, la titular de exteriores manifestó que el accionar de la transnacional contradice el respeto al Derecho Internacional Público y a Venezuela.
"Mostrando claramente su intención de subvertirlo, dado que privada y unilateralmente pretende realizar operaciones no autorizadas dentro del enorme espacio marítimo colindante con nuestras reservas energéticas en un pretendido bloque Stabroek que la República Bolivariana de Venezuela no reconoce, ni ha reconocido", indica el texto.
La misiva también recuerda que hasta la fecha no existe delimitación sobre el área marítima de la zona en reclamación, por lo que el gobierno venezolano "observa como un acto absolutamente nulo (...) cualquier acto que facilite la ejecución de actividades de exploración y/o explotación no consensuadas, ni autorizadas por los Estados interesados en el referido espacio marítimo".
Por su parte, el gobierno de Guyana ha manifestado su desacuerdo con esta postura de Caracas y ha exhortado a la nación suramericana a desistir de "tomar cualquier acción" que "obstaculice" el desarrollo de Georgetown, luego de la negativa de la nación vecina de permitir las labores petroleras en el territorio en disputa.
Venezuela incluye el Esequibo dentro de sus dominios desde su primera constitución en 1811 pero tras apelar al gobierno de Estados Unidos para mediar con el Reino Unido, por aquel entonces metrópoli de Guyana, en 1899 un tribunal concluyó con la cesión del territorio a la nación europea.
Sin embargo, debido a que Venezuela no estuvo representada directamente en estas negociaciones, en 1962 el gobierno de Caracas declaró la nulidad del tratado alegando vicios que invalidan la decisión arbitral.
Posteriormente Venezuela e Inglaterra, con la presencia del gobierno local de su Guayana Británica, firmaron el Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966, donde se acordó crear una comisión mixta para buscar mecanismos que den por terminado el conflicto.
El 26 de mayo de ese mismo año, Georgetown obtuvo su independencia y desde ese entonces el Reino Unido traspasó al nuevo país la disputa territorial sobre la zona del Esequibo, igualmente sujeto al Acuerdo de Ginebra.
Transcurridos 4 años de la firma de ese acuerdo sin llegar a resultado alguno, ambos gobiernos decidieron firmar en la capital de Trinidad y Tobago el Protocolo de Puerto España del 18 de junio de 1970, con el fin de prorrogar las discusiones por doce años, vencidos en 1982.
En ese momento Venezuela decidió no renovar dicho tratado y continuar con el Acuerdo de Ginebra a través del Secretario de las Naciones Unidas y a partir de esa fecha la reclamación está sometida a intermediación de la ONU bajo las condiciones del Acuerdo de 1966.
El conflicto fronterizo tuvo en 2011 un punto de quiebre cuando Guyana determinó hacer modificaciones a su plataforma continental marítima para la explotación de petróleo sin enviar ninguna nota previa a la cancillería de Caracas.
Este hecho se sumó a la decisión en 2012 del gobierno guyanés de entregar el bloque Roraima a la empresa trasnacional Anadarko para iniciar las labores de exploración manteniendo en secreto la ubicación de la concesión, la misma que había sido paralizada tras una protesta de Venezuela entre los años 1999 y 2000.
En 2013 el gobierno de Caracas finalmente descubrió el lugar frente a su fachada atlántica donde Guyana aplicó una línea divisoria con una inclinación aproximada de 30 grados que afectó además los límites marítimos del nororiental estado Delta Amacuro, uno de los 23 que conforman el territorio venezolano.
Posteriormente, el 11 de octubre de ese mismo año, Guyana acusó a la Armada de su vecina nación de detener un barco petrolero estadounidense RV Teknik Perdana y consideró el acto como "una seria amenaza para la paz" de la región.
A su vez, Venezuela pidió a Guyana explicaciones por lo que calificó de una "invasión" a sus aguas jurisdiccionales.
El incidente y los anteriores acontecimientos, fueron discutidos en una reunión sostenida entre autoridades de ambos países en Trinidad y Tobago, con el objetivo de resolver las diferencias por la vía diplomática.
Como resultado, los gobiernos de Venezuela y Guyana ratificaron la Declaración Conjunta del 30 de septiembre de 2013 en Puerto España, donde reconocieron que la delimitación de las fronteras marítimas sigue siendo un tema pendiente y requerirá negociaciones, cuestión que aún no se ha solventado.