Por Zhou Zhiwei
Pekín,13/05/2015(El Pueblo en Línea)-El 18 de este mes, el primer ministro chino Li Keqiang, que tiene fama de "súper-vendedor ", visitará Brasil. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha afirmado que tiene muchas esperanzas con esta importante visita, en una reciente entrevista con la prensa china. Sus esperanzas recaen en temas como el comercio, la inversión, la cooperación científica y tecnológica, la cooperación financiera, el mecanismo de BRIC y el banco BAII, etc. Sin duda alguna, para el gobierno de Brasil, que se enfrenta actualmente a la presión de la recesión económica, la visita del primer ministro chino no podía haber llegado en un mejor momento. En la actualidad, China está promoviendo vigorosamente la cooperación internacional para la optimización de la capacidad productiva y la fabricación de equipos, y Brasil tiene el deseo de conseguir más inversión para lograr la modernización industrial. Por este motivo, la duda de si China y Brasil pueden construir un nuevo acoplamiento de la oferta y demanda se ha convertido en el mayor foco de atención de esta visita.
En el ámbito del comercio, China y Brasil necesitan establecer una nueva relación de oferta y demanda. Con la desaceleración económica de China y la reducción de precios internacionales de los productos básicos, en 2014 el comercio bilateral se redujo en un 7%, el segundo crecimiento negativo desde el año 1999(en 2012 fue del 3%). En los primeros cuatro meses del año 2015, el comercio bilateral disminuyó de nuevo un 19%, del cual el descenso de las exportaciones brasileñas a China llegó hasta el 32%. Por ello, la relación comercial que toma la oferta y demanda de los productos primarios como eje se enfrenta a un gran desafío en un futuro próximo. Durante esta visita de Li a Brasil, ambos países firmarán oficialmente acuerdos para eliminar las restricciones de la exportación de carne de res de Brasil a China. A pesar de ello, es difícil que se recupere el comercio bilateral a corto plazo, sobre todo en Brasil, donde posiblemente existirá un déficit persistente durante años. En cuanto a la diversificación de productos para exportar a China, Brasil ha propuesto el aumento de la exportación de café, productos agrícolas procesados y comercio de servicios, pero hace falta tiempo para crear nuevas políticas de exportación antes de poner en marcha este tipo de proyectos. Sobre el tema del libre comercio, la presidenta Rousseff mencionó en la entrevista que partiendo de la situación actual, aún no se dispone de las condiciones necesarias.
Mientras tanto, en el ámbito de la inversión, China y Brasil comparten una situación bastante positiva. Por un lado, la economía brasileña siempre ha tenido el problema de una tasa baja de inversión, sobre todo en los últimos años, con la reducción de la liquidez en el mercado internacional. Brasil tiene una mayor necesidad de capital extranjero. Por otro lado, la estrategia de China de aumentar su capacidad de fabricación de equipos para "salir hacia el mercado internacional" ha ofrecido una buena oportunidad para la cooperación industrial. En los sectores de infraestructura y manufactura, ambos países disponen de recursos como capital y técnica para cumplir con la oferta y la demanda. Además, el mecanismo de cooperación entre China y Latinoamericana se basa en seis áreas: la energía y recursos, la infraestructura, la agricultura, la industria manufacturera, la innovación tecnológica y la tecnología informática, de las cuales la infraestructura destaca como una prioridad. El mecanismo también ha definido de manera preliminar el proyecto ferroviario de conexión entre el Océano Pacífico y el Atlántico, y otros proyectos de infraestructura. Durante la entrevista, Rousseff también dio la bienvenida a China para que participe en la construcción de infraestructuras ferroviarias de alta velocidad en Brasil. De estas palabras se puede percibir que la inversión china en infraestructura en Brasil experimentará un aumento significativo. Según información de los medios de comunicación brasileños, durante la visita se espera que China y Brasil firmen aproximadamente 60 acuerdos de inversión, con un valor total aproximado de 53.000 millones de dólares. Se espera que la meta del ¨bimotor comercio-inversión¨ propuesta en el Foro China-CELAC celebrado al principio de este año se cumpla en el caso de Brasil.
Además de las relaciones económicas y comerciales, la cooperación general entre China y Latinoamérica, el mecanismo de los BRICS y el banco BAII también serán temas importantes de la reunión entre ambos líderes. En términos de cooperación entre China y Latinoamérica, la posición de Brasil es complicada. En primer lugar, con el aumento de la capacidad económica de China, el fortalecimiento de la cooperación entre China y América Latina es una tendencia irreversible. En segundo lugar, la realización de la cooperación sino-latinoamericana, especialmente la promoción del desarrollo de la infraestructura en la región de América Latina, es el objetivo estratégico de "realización de la interconexión regional". En tercer lugar, la expansión de China en América Latina reducirá inevitablemente la influencia de Brasil en la región. Brasil es un gran país de América Latina, y su posición y compromiso en la cooperación con China van a influir en el ritmo del proceso de cooperación. Sobre las cuestiones del Banco Brics y el BAII, China y Brasil deben coordinar sus posiciones, principios y planes de cooperación. En cuanto al BBAI, la petición de Brasil no se limita sólo a ser un miembro fundador de la organización, sino que hay esperanzas de que pueda participar en la promoción de la expansión de la estrategia china "Un cinturón - una ruta" hasta América del Sur, con el fin de realizar la actualización de la infraestructura de su país y de la región de América del Sur.
En la actualidad, las relaciones sino-brasileñas están en la fase de transformación y modernización. La transformación se centra en las áreas económicas y comerciales, mientras que la actualización se centra en la cooperación multilateral de ambos países. La visita del primer ministro Li Keqiang será importante para la dirección futura del desarrollo de las relaciones bilaterales. Por un lado, se establecerá un "nuevo motor" y se fortalecerá la sostenibilidad de las relaciones económicas y comerciales chino-brasileñas, y por otro lado, se reforzará la cooperación financiera en ámbitos multilaterales entre ambos países y se enriquecerá la cooperación de las relaciones de gobernanza global y bilateral.
(El autor es el director ejecutivo del Centro de Estudios de Brasil del Instituto de Estudios Latinoamericanos perteneciente a la Academia de Ciencias Sociales de China )