El primer ministro de China, Li Keqiang, y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, atestiguaron en la capital brasileña la firma de los documentos de cooperación sobre un estudio de viabilidad de la vía férrea transcontinental en América del Sur.
El gobierno brasileño dio la bienvenida a China como licitador para proyectos ferroviarios en Brasil, en particular los relacionados con una propuesta vía férrea transcontinental que unirá a las costas del Atlántico con las del Pacífico.
El beneplácito del gobierno brasileño fue expresado en una declaración conjunta emitida por China y Brasil después de las conversaciones entre el primer ministro Li -quien cumplió una visita a la nación sudamericana- y la presidenta Rousseff.
Ambas naciones dieron la bienvenida al inicio de un estudio conjunto sobre la viabilidad de la construcción de una vía férrea que enlace a la costa brasileña en el Atlántico con la costa de Perú en el Pacífico, indica la declaración.
En julio de 2014, luego de una reunión que tuvo lugar en Brasil entre el presidente chino Xi Jinping y sus homólogos brasileña y peruano, China, Brasil y Perú prometieron realizar esfuerzos conjuntos para construir una vía férrea que corra por América del Sur.
Diez meses después, ha comenzado a tomar forma finalmente el megaproyecto, que se espera mejore la infraestructura de transporte en la región, facilite la integración regional y promueva los vínculos económicos entre América Latina y China.
MEJORAR LA INFRAESTRUCTURA DE TRANSPORTE
La vía férrea de Brasil a Perú que unirá a los océanos Atlántico y Pacífico será la primera en su tipo. La ruta propuesta tendrá una longitud de unos 5.000 kilómetros y comenzará en la costa de Brasil y concluirá en las ciudades portuarias de Perú. Estará compuesta por 2.000 kilómetros de vías existentes y 3.000 que necesitan ser construidos.
Este proyecto, que atravesará América del Sur, impulsará la construcción de infraestructura ferroviaria en la región.
Brasil, la mayor economía de América del Sur, depende de las redes carreteras para el transporte de productos agrícolas desde su zona occidental, lo que ha provocado un incremento en los precios de las exportaciones agrícolas y ha afectado su competitividad internacional.
Las redes ferroviarias brasileñas se encuentran principalmente en el sur, sureste y noreste del país, lo que representa sólo 24 por ciento de la capacidad total del sistema de transporte actual de la nación. El 35 por ciento del sistema ferroviario fue construido hace casi 60 años.
El proyecto ferroviario transcontinental impulsará definitivamente la construcción de infraestructura en América del Sur, en especial en Brasil, opinó Hsia Huasheng, un miembro de la Fundación Getulio Vargas (FGV), un importante grupo de asesoría en América Latina.
China tendrá muchas oportunidades en el próximo auge de construcción de infraestructura ferroviaria en esta región, gracias a su tecnología, ventajas de capital y abundante experiencia global, indicó Hsia.
De hecho, la tecnología ferroviaria china ya ha entrado en este territorio.
La vía férrea Tinaco-Anaco de Venezuela, construida por la Corporación de Ingeniería Ferroviaria de China (CREC, por sus siglas en inglés), entró en la fase de colocación de las vías en abril de 2014.
La vía férrea tendrá 462 kilómetros de longitud y una inversión total de 7.500 millones de dólares. Conectará a Tinaco, en el estado noroccidental de Cojedes, con Anaco, una ciudad en el estado nororiental de Anzoategui. Está diseñada para operar a una velocidad de 220 kilómetros por hora, para convertirse en el primer tren de alta velocidad de América Latina.
En Argentina, la corporación CSR, fabricante china de locomotoras, se ha convertido desde 2006 en uno de los principales proveedores de equipo para su mercado ferroviario. A fines de 2014, CSR ganó un contrato por un valor de 274 millones de dólares para ofrecer locomotoras y trenes de carga con el fin de modernizar la red de trenes de carga Belgrano Cargas.
El plan consiste en modernizar o rehabilitar las vías, las estaciones y los vagones de carga que integran la red que da servicio a 17 de las 24 provincias de Argentina. "Nuestro sistema ferroviario se va a reanimar, y necesitamos equipo para trenes de alta calidad y má avanzado, así como tecnología segura", declaró Florencio Randazzo, ministro del Interior y de Transporte de Argentina.
La presidenta brasileña dio la bienvenida a la participación de China en la construcción de la vía férrea de alta velocidad en Brasil, y dijo que espera establecer lo antes posible un grupo de trabajo para la "vía férrea de dos océanos", y comenzar el trabajo correspondiente. Rousseff hizo las declaraciones cuando se reunió con el presidente chino Xi Jinping en noviembre de 2014 en Brisbane, Australia.
Los brasileños confían en que la inversión china ayudará a cumplir los proyectos de infraestructura del gobierno de Brasil, que tiene limitantes de capital para emprenderlos, publicó el periódico regional "O Estado de Sao Paulo".
IMPULSAR LA INTEGRACION ECONOMICA DE AMERICA DEL SUR
El proyecto ferroviario transcontinental, que cruzará los Andes y conectará ciudades portuarias en las costas del Pacífico y del Atlántico en América del Sur, impulsará la integración de esa región.
"Debido a la barrera de los Andes, el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Alianza del Pacífico, las dos principales zonas de comercio regionales, no han sido capaces de cooperar lo suficiente, pero si se completa, la vía férrea transcontinental hará la diferencia y se convertirá en su vínculo", declaró Marne Lieggio Junior, funcionario del Ministerio de Transporte de Brasil.
Por ejemplo, añadió Lieggio, la corporación brasileña de metales y minería Vale tiene inversiones en las minas de fosforita, y el transporte de fosforita por tren ayudará al desarrollo agrícola en el occidente de Brasil.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, comentó que el tren no solamente comunicará los dos océanos, sino que también conectará al río Paraguay y el río Paraná, los dos principales sistemas de transporte fluvial que benefician a la mayoría de los países de América del Sur.
"Paraguay, Argentina y Uruguay también se beneficiarán si este proyecto se concluye. El transporte ferroviario definitivamente ahorrará más tiempo y dinero que los cargueros", afirmó Oscar González Drakeford, presidente de la Comisión de Industria, Comercio, Turismo y Cooperación de la Cámara de Representantes de Paraguay.
PROMOVER LA CONEXION ENTRE AMERICA LATINA Y CHINA
Otro impacto directo de este proyecto es que promoverá más la conexión entre los mercados de América Latina y los de Asia, al reducir el costo de la exportación de productos de Brasil a Asia y al generar más negocios a puertos peruanos.
Los granos y la carne de Brasil son las principales exportaciones del país sudamericano hacia China, entre otros productos de primera necesidad. La vía férrea transcontinental cruzará el corazón agrícola del estado de Mato Grosso, del estado de Para -con abundantes recursos mineros- y el estado Amazonas, famoso por albergar los mayores bosques tropicales del mundo.
En comparación con la actual ruta de navegación que parte de la costa brasileña en el Pacífico y rodea la franja sur de Argentina para luego dirigirse a Asia, esta nueva vía ferroviaria reducirá los costos y el tiempo de transporte de las exportaciones de Brasil hacia China, explicó Hsia Huasheng.
Valdemar Carneiro Leao, embajador de Brasil en China, comentó que este proyecto generará resultados de ganar-ganar a todos los participantes.
"Impulsará las exportaciones de Brasil al conectar a Brasil con el mercado asiático y al reducir los costos de transporte. Con lo cual China también obtendrá esos productos a precios más bajos", señaló Leao.
Perú calcula que en su operación inicial la vía férrea transportará 21 millones de toneladas de carga a puertos peruanos destinados al mercado asiático. A largo plazo, prevé que el volumen superará las 35 millones de toneladas.
El comercio bilateral entre China y los países de América Latina y el Caribe en 2014 ascendió a 263.600 millones de dólares, lo que significó un aumento de 8 por ciento anual, de acuerdo con datos del Ministerio de Comercio chino.
Ambas partes buscan duplicar el monto y llegar a 500.000 millones de dólares anuales en diez años. Además, China prometió incrementar sus inversiones en la región a por lo menos 250.000 millones de dólares en el mismo período.