La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró hoy que es "imposible" que se la relacione al escándalo de corrupción que envuelve a la petrolera estatal Petrobras, donde hay implicados varios políticos de primer orden en el país.
En una entrevista concedida a la televisión francesa TV France24, Rousseff dijo que "lucharía hasta el fin" para mostrar que no tiene nada que ver con los desvíos de dinero de la petrolera en el caso de que fuera realmente investigada por la Justicia.
"No estoy relacionada (al escándalo). Y no respondo a esta pregunta porque no estoy vinculada (a la corrupción). Sé que esta no estoy en todo esto, es imposible. Lucharé hasta el fin para mostrar que no estoy relacionada. Tengo una historia por detrás de mi, y en este sentido, nunca tuve ninguna acusación contra mi por ningún hecho. Entonces, no es una cuestión de "si". Yo no estoy relacionada", dijo Rousseff.
Según ella, el esquema de corrupción en Petrobras no puede involucrar a toda la compañía porque "cinco funcionarios" realizaron irregularidades, y dijo que apenas algunos trabajadores se unieron con directores y con algunos partidos políticos para "obtener beneficios".
"Es muy importante entender que Petrobras tiene más de 30.000 trabajadores y apenas cinco relacionados con el caso. El escándalo de Petrobras no es el escándalo de Petrobras, es el escándalo de un determinado funcionario que era director en Petrorbas", aseguró la mandataria en la entrevista.
El caso de corrupción en Petrobras, denunciado el año pasado, ha dañado gravemente la imagen del Gobierno y de varios de sus partidos aliados. Según las investigaciones policiales, un grupo formado por constructores, altos cargos de Petrobras y políticos se repartían los contratos con la estatal y los sobrefacturaban, y se repartían el dinero excedente.
El caso hizo que la directiva en bloque presentara la dimisión a inicios de año y que varios exdirectores de la petrolera, mayor empresa de Brasil, hayan sido encarcelados, mientras que medio centenar de políticos están siendo investigados, entre ellos el presidente del Congreso, Eduardo Cunha, y el del Senado, Renan Calheiros.