BONN, Alemania, 11 jun (Xinhua) -- La segunda ronda de negociaciones sobre cambio climático de Naciones Unidas de este año concluyó hoy en Bonn con avances considerados positivos por los participantes y los observadores.
En las últimas dos semanas, los negociadores de cerca de 200 países trabajaron en el borrador de un nuevo acuerdo mundial sobre el clima cuya firma está prevista para finales de este año en París para entrar en vigor en 2020.
Los negociadores intentaron racionalizar el texto de 90 páginas con numerosas opciones que reflejen los distintos puntos de vista de las partes para lograr una versión manejable y amena para que los ministros y jefes de gobierno tomen decisiones al respecto.
Sólo se eliminaron cinco páginas del borrador original tras combinar y borrar las palabras repetidas. Fuentes cercanas a la reunión indicaron que se lograron avances positivos más allá del texto.
"El avance no podría evaluarse con el número de páginas eliminadas", dijo Su Wei, jefe negociador chino, quien añadió que la reunión de Bonn ayudó a aclarar los puntos de vista de las diferentes partes y a reforzar el entendimiento y confianza mutuas.
La reunión "limpió el terreno para nuestra próxima ronda de negociaciones significativas y brindó una base más clara y una mejor calidad", añadió Su.
Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, hizo eco de la opinión del jefe negociador chino y dijo que la mayoría de los "avances interesantes" no se expresaron en el texto en sí, sino en el entendimiento del texto y en la forma de continuar con las negociaciones.
"Realmente es importante entender que este es un proceso gradual", dijo Figueres.
Los negociadores tendrán otras dos sesiones formales en agosto y en octubre con 10 días de negociaciones para abordar el borrador antes de viajar a París.
Pero este año se organizarán varias reuniones informales y de alto nivel con el fin de dar un ímpetu político. Entre ellas se encuentra una reunión de alto nivel convocada por el presidente de la Asamblea General de la ONU, Sam Kutesa, para el 29 de junio en Nueva York y dos reuniones ministeriales del gobierno francés en París el 20 y 21 de julio y el 7 de septiembre.
"Son una especie de momentos de decisión", dijo Jake Schmidt, director internacional del programa del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales, una organización no gubernamental con sede en Nueva York.
"Creo que las negociaciones sustanciales comenzarán de manera informal", dijo.
Los principales obstáculos para llegar a un acuerdo en París son las divergencias entre los países desarrollados y las naciones en desarrollo sobre la asignación de responsabilidades por la reducción de emisiones, las finanzas y el apoyo tecnológico.
Los países desarrollados piden a los países en desarrollo que asuman responsabilidades vinculantes similares a las de ellos para reducir de manera absoluta las emisiones de carbono como están obligados ellos por su responsabilidad histórica y fuerte capacidad.
Pero los países en desarrollo insisten en el respeto al principio de las "responsabilidades comunes pero diferenciadas" en el nuevo acuerdo y, debido a su limitada capacidad y necesidad de desarrollar la economía y de eliminar gradualmente la pobreza, sólo pueden hacer aportaciones para abordar el cambio climático dependiendo del apoyo financiero y tecnológico que reciban de los países desarrollados.
Se realizó una encuesta en 75 países y regiones del mundo en la que se solicitó a 10.000 ciudadanos sus puntos de vista sobre cambio climático y sobre las medidas que creen que deben tomarse para abordar el desafío.
De acuerdo con la encuesta, cerca de 80 por ciento de la población mundial está "muy preocupada" por el impacto del cambio climático, el 70 por ciento de los ciudadanos considera que abordar el desafío es una responsabilidad mundial y el 78,5 por ciento piensa que los países desarrollados deben pagar más de lo que prometieron para apoyar la mitigación y la adaptación en los países en desarrollo.
Los países desarrollados se comprometieron en 2009 a incrementar su apoyo financiero para los países en desarrollo a 100.000 millones de dólares al año para el 2020. Sin embargo nunca se a presentado ningún mapa de ruta claro para cumplir tal compromiso.
"Todos somos afectados por el cambio climático. Ninguno de nosotros está exento del impacto", dijo Figueres. "Es necesario actuar ahora".