El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó hoy que el paro nacional convocado por sindicatos opositores para el próximo 13 de agosto contra su gobierno es parte de la movilización permanente que impulsa la derecha para desestabilizarlo.
"Es politiquería, esa es la estrategia, la movilización permanente, están coordinados, yo protesto por esto, el otro por lo otro, o sea, por cualquier cosa", dijo el mandatario en un conversatorio con medios locales.
Sostuvo que el paro responde a una actitud irresponsable ya que su gobierno ha sido el que más ha hecho por los trabajadores.
Consideró que con el llamado a un paro se busca "continuar con el calentamiento en las calles, y además, con la demagogia y la doble moral", de ciertos dirigentes sindicales y políticos.
Frente a ello, anunció que el gobierno defenderá la democracia en caso de que grupos de descontentos pretendan sacarlo del poder, y que pidió al canciller, Ricardo Patiño, que solicite una licencia de dos meses para que se encargue de fortalecer la capacidad de organización de las bases del movimiento oficialista Alianza PAIS.
El Frente Unitario de Trabajadores, el principal sindicato, y otros sectores, prevén una paralización contra las políticas laborales de Correa. A la huelga, se unirán grupos sociales y estudiantiles, según los descontentos.
El jefe de Estado enfrenta desde el pasado 8 de junio protestas de grupos opositores, impulsadas por actores políticos, que rechazan sus políticas. Para el gobierno, estas acciones tienen como objetivo desestabilizar al presidente Correa, y de ser el caso, provocar un golpe de Estado, aunque el mandatario está convencido de que no lo logrará porque cuenta con un amplio apoyo popular.