Cuba se apresta a reabrir embajada en Washington |
Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 19 jul (Xinhua) -- El gobierno cubano se apresta a reabrir el lunes 20 de julio la embajada de la isla en la ciudad de Washington, capital de Estados Unidos, como parte del proceso de restablecimiento de relaciones con el país del norte.
"El próximo 20 de julio (...) quedarán oficialmente restablecidas las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, y se reabrirán embajadas en las respectivas capitales; en primer lugar la nuestra", afirmó el presidente cubano Raúl Castro el pasado 15 de julio.
El mandatario expresó lo anterior al clausurar una sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (órgano Legislativo unicamercal).
A partir de este lunes, volverá a lucir la bandera cubana en una hermosa mansión de estilo neoclásico marcada con el número 2630 de la Calle 16 en el barrio Adams Morgan en la capital estadounidense.
El inmueble de casi cien años alberga ahora a la Sección de Intereses de Cuba en Estados Unidos bajo jurisdicción legal de Suiza.
Las respectivas Secciones de Intereses se instalaron tras un acuerdo entre los entonces presidentes Fidel Castro y Jimmy Carter (1977-1981).
Por el momento, una tarja colocada sobre una alta verja metálica avisa de las funciones diplomáticas de la casona construida en 1916 bajo el gobierno del entonces presidente cubano Mario García Menocal (1913-1921).
El inmueble, que desde este 20 de julio volverá a ser la sede de la embajada de Cuba en Estados Unidos, fue erigido para funcionar como Legación de la República de Cuba ante el gobierno estadounidense.
Legación es un término diplomático que designa a un tipo de misión de rango inferior, caracterizado por tener como jefe a un ministro y no a un embajador.
La instancia fue inaugurada en 1917 por Carlos Manuel de Céspedes Quesada, hijo de Carlos Manuel de Céspedes, conocido como "Padre de la Patria cubana".
El diplomático fue el encargado de contratar a la firma de arquitectos Mac Neil and Mac Neil para construir la afrancesada mansión de la Calle 16.
La casona es calificada hoy en día por el Registro Nacional de Plazas históricas de Estados Unidos como "una de las residencias más imponentes y enigmáticas" de la capital estadounidense.
El conjunto arquitectónico de tres pisos en piedra caliza sobresale por su imponente fachada con dos torres, pero sobre todo por la escalinata interior de mármol rematada por una cúpula con un bello vitral.
En la planta principal de la construcción, seis puertas laterales conducen a oficinas y sobre cada una de ellas, está el escudo de las seis provincias en que estaba dividida Cuba en la época en que se construyó la mansión.
Estas provincias son Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Santa Clara, Camagüey y Oriente, cuya silueta recuerda las casonas del aristocrático barrio habanero del Vedado.
En su piso superior, funciona desde 2011 el pequeño "bar Hemingway", al que sólo se accede por invitación y luego de subir la monumental escalinata interior.
La Legación de Cuba en Washington fue convertida en embajada hasta 1923, en la epoca de la administración del entonces presidente cubano Alfredo Zayas (1921-1925).
El edificio estuvo cerrado por un breve tiempo al romperse relaciones tras el golpe de Estado de Fulgencio Batista (1940-1944, 1952-1959) en 1952.
Funcionó como misión diplomática hasta enero de 1960, cuando Washington decidió romper los lazos con el naciente gobierno revolucionario que encabezó Fidel Castro.
La sede no pudo escapar a la confrontación de la Guerra Fría y en junio de 1978 un grupo terrorista cubano de extrema derecha, CORU, arrojó un explosivo en el sitio.
El peor atentado tuvo lugar un año más tarde, cuando otro grupo similar, Omega-7, hizo estallar una bomba en la parte trasera del edificio.
Después de que los dos gobiernos anunciaron el 17 de diciembre de 2014 el inicio de un proceso para el restablecimiento de relaciones diplomáticas, la casona fue sometida a una rápida restauración, que incluyó la colocación de un asta para izar la bandera de la isla.
La bandera cubana ondeando nuevamente en la ciudad de Washington a partir de este 20 de julio, significará el inicio de una nueva etapa entre las dos naciones.