Fabricante chino de drones despliega alas en América Latina |
BEIJING, 31 jul (Xinhua) -- Desde el combate del trabajo forzado hasta el estudio de reliquias incas, los drones chinos están aprovechando un mercado emergente de esos dispositivos en América Latina.
El principal fabricante chino de drones civiles, DJI, tuvo un aumento en las ventas en la región gracias a los pedidos de la gente que busca divertirse y de compañías y servicios públicos, dijo a Xinhua el director de relaciones públicas de la compañía, Wang Fan.
En junio y julio, las ventas de DJI en América Latina se triplicaron en comparación con el año anterior y ascendieron a decenas de millones de yuanes, dijo Wang, sin especificar la cantidad.
México, Brasil, Chile y Paraguay fueron los mayores clientes de la compañía.
El crecimiento en América Latina es otra prueba de la creciente popularidad del fabricante de drones en el extranjero.
La semana pasada, el Ministerio del Trabajo de Brasil dijo que utilizará seis drones Inspire 1 fabricados por DJI para monitorizar las fincas de Río de Janeiro donde presuntamente se utilizan trabajadores forzados.
Los drones Inspire 1 tienen poderosas cámaras que pueden tomar video en 360 grados y transmitirlo en tiempo real a teléfonos inteligentes o a computadoras y tabletas.
"Acabamos de comenzar en Brasil, pero no hay duda de que es uno de los mercados más importantes de Sudamérica por su enorme base de consumidores", añadió Wang.
En otro caso, los drones de DJI han sido utilizados por funcionarios de cultura y por arqueólogos de Perú para terminar la topografía y cartografía en tercera dimensión (3D) de más de 12.000 sitios de ruinas incas.
Wang señaló que el rápido crecimiento de los pedidos de instituciones de servicio público de América Latina expresa optimismo en relación con la futura expansión de la compañía en la región.
Como un líder mundial en la fabricación de drones para la fotografía y videografía aéreas, DJI con sede en Shenzhen abarca 70 por ciento del mercado mundial. Cerca del 80 por ciento de los ingresos de DJI provienen del extranjero.
La mayoría de los pedidos se reciben desde Europa, América del Norte y Japón.
Los éxitos de ventas de la compañía en América Latina son las series Phantom, listas para volar y con precios de entre 6.000 (966 dólares) y 8.000 yuanes (1.289 dólares). También se ha registrado un incremento ene los pedidos de Inspire 1, vendidos en alrededor de 20.000 yuanes (3.222 dólares) en China.
DJI también ha vendido drones a clientes de las industrias cinematográfica, publicitaria, de la construcción, agrícola y de extinción de incendios, dijo Wang.
Fundada en 2006, la compañía vende productos a más de 100 países, tiene oficinas en Hong Kong, Japón, Alemania, Estados Unidos y Holanda, y emplea a más de 3.000 personas a nivel mundial.
China exportó entre enero y mayo de este año 160.000 drones civiles por un valor de 750 millones de yuanes, 69 y 55 veces las ventas registradas en el mismo período de 2014. En su mayoría, los drones fueron fabricados en la ciudad sureña de Shenzhen.