BRUSELAS, 3 ago (Xinhua) -- Investigadores financiados por la Unión Europea (UE) descubrieron que el cambio climático puede influir en la prevalencia de varias enfermedades mortales, señaló hoy la Comisión Europea en un comunicado de prensa.
Las áreas más pobres, de por sí mal equipadas para manejar epidemias, con limitados recursos de salud pública, tales como el oriente de Africa, son las que sufrirán más si el cambio climático incrementa la incidencia de enfermedades perniciosas y mortales, dice el comunicado de prensa.
Investigadores del proyecto FUTUROS SALUDABLES buscaron entender los vínculos entre el cambio climático y la salud, y desarrollaron herramientas para ayudar a las comunidades locales y a actores regionales, y manejar mejor los riesgos.
El proyecto se enfocó en la malaria, la fiebre Rift Valley y esquistosomiasis en Burundi, Kenia, Ruanda, Tanzania y Uganda. Esas enfermedades están relacionadas con el agua, porque la malaria y la fiebre Rift Valley son transmitidas por mosquitos que proliferan en estanques de agua, mientras que la esquistosomiasis es causada por gusanos parásitos hospedados en caracoles de agua dulce.
Armados con pronósticos de potenciales cambios climáticos, los hallazgos del proyecto sobre la vulnerabilidad local ante enfermedades y con modelos matemáticos que predicen la forma en que las enfermedades podrían evolucionar en varios puntos en el futuro, el equipo de FUTUROS SALUDABLES fue capaz de crear un atlas en línea que muestra riesgos, peligros y vulnerabilidad.
El riesgo puede ser definido como la posibilidad de daño, mientras que los peligros se refieren a cualquier cosa que pueda causar daño.
El atlas está disponible para todos. "Ayuda a los involucrados a acordar términos con las posibilidades década por década" explicó Mark Booth de la Universidad Durham, líder de una parte del proyecto. "Se trata de capturar la incertidumbre y tratar de darle sentido de manera racional", afirmó.
La opción para hacer un acercamiento a una localidad en particular hace al atlas particularmente valioso, al proporcionar información sobre variaciones espaciales en riesgo y vulnerabilidad, y garantizar la relevancia de toda la región.
Además, el atlas es parte de una serie de herramientas para el apoyo de decisiones (DST por sus siglas en inglés) desarrolladas por el equipo de FUTUROS SALUDABLES, que también incluye directrices para las tres enfermedades. Las directrices están diseñadas para facilitar la toma de decisiones sobre acciones para enfrentar las enfermedades en condiciones de cambio ambiental.
La respuesta inicial al atlas ha sido positiva, pero Booth tiene planes para avanzar más en la iniciativa y desarrollar más esta y otras DST. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recientemente empezó a incluir el cambio climático en sus informes sobre el control de enfermedades, y al equipo del proyecto le gustaría alentar esto.
"Creo que es el momento correcto de hablar con la OMS acerca del aprovechamiento de los resultados de FUTUROS SALUDABLES e incorporar el cambio climático en su estrategia para las prevención de enfermedades", mencionó.