La Unión Europea (UE) expresó hoy una gran preocupación por los enfrentamientos entre Turquía y militantes kurdos e hizo un llamado a Ankara para que ofrezca una respuesta "proporcional" y no ponga en peligro el diálogo político democrático en el país.
La UE dijo que Ankara tiene derecho a defenderse de los ataques organizados por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste de Turquía y el norte de Irak.
Pero el comisionado de la UE para la Política Europea de Vecindad y las Negociaciones para la Ampliación, Johannes Hanh, dijo al ministro turco para la UE Volkan Bozkir, que la respuesta turca "debe ser proporcional y dirigida y de ninguna manera debe de poner en peligro el diálogo político democrático".
El comisionado expresó su preocupación por los recientes acontecimientos que han tenido un impacto negativo sobre el proceso de acuerdo kurdo-turco, indicó la UE en una declaración.
"Contamos con Turquía para que cumpla su importante y estratégico papel en cuanto a la totalidad de la región y para que se abstenga de cualquier acción que pueda desestabilizar aún más la zona", dijo Hahn citado en la declaración.
Por otra parte, el bloque de 28 países dijo que reconoce el compromiso de las autoridades turcas con intensificar la lucha contra el EIIL y que reitera el firme apoyo de la UE a estos esfuerzos.
El comisionado confirmó que la UE está analizando la manera de incrementar aún más su apoyo para la ayuda humanitaria sin precedentes ofrecida por Turquía a los refugiados sirios e iraquíes.
También habló con uno de los jefes del principal movimiento político kurdo, el Partido Democrático de los Pueblos (HDO), y dijo el viernes a Selahattin Demirtas que "todos los partidos deben comprometerse de nuevo con el proceso de paz y trabajar ahora en una solución política amplia e inclusiva. El cese al fuego debe restablecerse para beneficio de todos los ciudadanos turcos".
La fuerza aérea turca bombardeó el martes objetivos del PKK en el sureste de Turquía y lesionó a una menor.
El incidente se produce en medio de crecientes tensiones entre el PKK y soldados y policías turcos después de una tumultuosa semana que comenzó con un ataque suicida del Estado Islámico (EI) que mató a 32 personas y lesionó a 104 activistas en la zona fronteriza turco-siria el 20 de julio.
El PKK, cuya lucha ha cobrado hasta ahora la vida de más de 40.000 personas, es catalogado como grupo terrorista por Turquía, Estado Unidos y la Unión Europea.