BEIJING, 8 ago (Xinhua) -- La economía china resistirá la inminente presión a la baja para mantener un crecimiento de alrededor del 7 por ciento en el futuro gracias a las nuevas condiciones favorables, opinó un destacado economista chino.
Después de años de reajustes, el crecimiento económico, un 30 por ciento más bajo respecto a su tope, se mantendrá en su nivel actual en el próximo período si la reforma nacional y el fomento de la innovación consiguen sus objetivos, expresó Wang Yiming, subdirector del Centro de Investigación de Desarrollo del Consejo de Estado, el gabinete chino, durante una entrevista exclusiva con Xinhua.
Wang citó cinco factores que mantendrán firmes los motores económicos.
En primer lugar, China dispone de una base económica sólida con el sistema industrial más completo del mundo y la mayor red de telefonía móvil, recordó Wang, convencido de que la economía china ganará un nuevo impulso dado que el proceso de industrialización y la urbanización están lejos de haber concluido.
Las empresas chinas gozarán de nuevas oportunidades en la próxima ronda de ajuste de la economía mundial, agregó el analista.
En segundo lugar, el consumo va a jugar un papel más importante, puesto que ya aportó el 60 por ciento al crecimiento económico en el primer semestre, 5,7 puntos porcentuales más en comparación con el mismo período del año pasado.
Se necesita una inversión enorme en áreas como la reducción de la pobreza, la protección del medio ambiente, la conservación del agua y la renovación urbana, agregó el experto.
En tercer lugar, el empuje de la innovación del país mejorará la tecnología, la gestión empresarial y el modelo comercial para aprovechar de la mejor manera el capital y mantener el crecimiento de la productividad total de los factores, según el economista.
Wang también señaló la integración de tecnologías como la computación en la nube, los robots y los nuevos materiales con las industrias tradicionales y las emergentes regiones del centro y el oeste del país como los dos últimos puntos favorables.
La economía china ha venido acusando el golpe de la crisis financiera global bajo la sombra de la ralentización mundial y la reestructuración nacional. El panorama se animó después de que datos oficiales mostraran que la economía creció un 7 por ciento en el segundo trimestre de 2015.
"Teniendo en cuenta la experiencia internacional, lo que estamos viendo no es sino un ajuste natural que se produce cuando la economía entra en una fase más sofisticada, que está en línea con el modelo de desarrollo para un país que está tratando de alcanzar a los que van en cabeza", aseveró Wang.
Aunque la tasa de crecimiento ha sufrido un revés, la economía se ha reorganizado en una mejor estructura, como indica la proporción decreciente de la agricultura y un sector servicios que supera a la industria.
Wang señaló que el consumo interno ha revertido su tendencia descendente, y que también ha disminuido la excesiva dependencia de la inversiones y exportaciones.
Sin embargo, Wang dijo que el gobierno debe mostrarse proactivo a la hora de prepararse ante los cambios, puesto que la transformación económica no se completará por sí sola.
Wang sugirió a los planificadores políticos que perfeccionen la regulación macroeconómica mejorando las políticas fiscales y monetarias y estableciendo un mecanismo de advertencia de riesgo para evitar la volatilidad económica. El gobierno debe respaldar las reformas para impulsar el crecimiento y estimular la innovación y el espíritu empresarial de las industrias de alta tecnología.