Fotografiaba a indigentes y reconoció a su padre entre ellos |
Fuente:agencias
Hawái,12/08/2015(El Pueblo en Línea)-Diana Kim heredó la pasión por la fotografía de su padre, quien era dueño de un estudio fotográfico en Hawái. Sin embargo, tras una separación, padre e hija no volvieron a verse en 25 años. Finalmente, fue esa misma actividad la que hizo posible el reencuentro.
Cuando los padres de Diana Kim se separaron, ella tenía 5 años. Después la niña y su madre pasaron varios años viajando de un lugar a otro en busca de un hogar permanente: vivían en casas de amigos, a veces no tenían dónde dormir y pasaban la noche en parques o en autos.
A pesar de tener una infancia difícil, Diana consiguió construir una vida feliz. Actualmente está casada y tiene dos hijos. Desde su adolescencia, ella persiguió su pasión por la fotografía y el derecho y logró el éxito en ambos campos, convirtiéndose en abogada y fotógrafa profesional.
Diana Kim comenzó a fotografiar a personas sin hogar en las calles de su ciudad natal en 2003. Ese fue su proyecto personal que más tarde se convirtió en una iniciativa dedicada a la humanización de las personas sin hogar.
Pero un día de 2012, mientras la fotógrafa estaba documentando la vida de los indigentes en las calles de Honolulu, EE.UU., se encontró con su propio padre.
"Me acerqué a él sintiendo una sensación de incertidumbre, pero encontré el coraje para tocar su hombro y llamarlo. Él no me oyó. No me pudo oír", afirma Kim.
Afligido por una esquizofrenia severa, el hombre, no respondía a las preguntas de su hija, y en su lugar discutía intensamente con el espacio vacío frente a él. Durante un largo periodo el padre de la fotógrafa se negó a recibir tratamiento médico, comer, bañarse y usar la ropa nueva que le llevaba su hija. Sin embargo Diana no perdía esperanza y seguía visitando a su padre en la calle donde él vivía.
Así pasaron dos años. En octubre de 2014 el hombre sufrió un ataque cardíaco y fue encontrado tumbado boca abajo en la acera. Alguien llamó a la policía, y el padre de Kim fue trasladado al hospital.
El mismo día Diana supo que pasó y empezó a visitar a su padre que se encontraba en estado crítico. Después de meses de tratamiento médico, el hombre se recuperó del todo y a principios de 2015 volvió a tener una vida normal.
"Él tiene metas, tiene esperanza, tiene la voluntad para tener éxito", comentó su hija.
El padre de Kim ahora pasa tiempo con sus amigos y familiares, está buscando trabajo y planea visitar a sus parientes en Corea del Sur.