Con la mediación conjunta de Irán y Turquía para una tregua en dos zonas conflictivas de Siria, la participación regional en el desarrollo de los hechos en este país devastado por la guerra se ha vuelto más clara y ha mostrado ser lo suficiente eficaz para poner fin la violencia, aunque sea por pequeños lapsos de tiempo, señalaron analistas.
El papel regional e internacional para influir en el desarrollo de los acontecimientos en la crisis siria ha sido percibido en general como una de las razones detrás de la estancada crisis siria.
Pero algo nuevo ha ocurrido que ha empujado a este papel regional a ser más evidente.
El ejército sirio apoyado por el grupo chiita libanés Hizbulá ha emprendido una devastadora ofensiva contra los grupos militantes sunitas, principalmente contra el Movimiento Ahrar al-Sham, en la ciudad de Zabadani, al oeste de Damasco y cerca de la frontera con Líbano.
En represalia por la ofensiva de las tropas del gobierno en Zabadani, varios grupos yihadistas de la provincia noroccidental de Idlib prepararon un ataque contra las localidades chiitas de Kafraya y Foa, unos de los bastiones del gobierno restantes en Idlib.
Los rebeldes de Idlib dijeron que seguirán atacando las localidades chiitas hasta que las tropas del gobierno detengan su ofensiva contra la insurgencia dirigida por los sunitas en Zabadani, en una muestra de qué tan sectaria se ha vuelto la crisis siria.
Funcionarios sirios e informes locales afirmaron que Turquía e Irán ayudaron a lograr la tregua en Zabadani, luego de que Turquía expresó las exigencias del movimiento Ahrar al-Sham y de que Irán representó al gobierno sirio, en una mediación sin precedentes que refleja un nuevo enfoque de los actores regionales.
Mohammed Abu Qassem, secretario general del Partido Tadamun (Solidaridad) de Siria, quien dijo que negoció el cese al fuego en nombre de los grupos combatientes de Zabadani, indicó que la tregua fue alcanzada en una etapa posterior a las negociaciones en Turquía entre Irán y el brazo político del movimiento Ahrar al-Sham con sede en Turquía.
"El gobierno sirio fue informado del acuerdo y como mediador entre los rebeldes y el gobierno también fui informado" dijo Abu Qassem citado por el diario oficialista Al-Watan.
El mediador agregó que el cese al fuego fue extendido hasta el sábado por la mañana e indicó que se están negociando otros términos y condiciones para solucionar la situación en las localidades chiitas y en Zabadani.
Según informes, el acuerdo incluye el consentimiento del gobierno para la apertura de una vía por la que puedan salir los rebeldes de Zabadani, ciudad asediada por el ejército sirio y combatientes de Hizbulá que están a punto de tomar el control total.
A cambio, los rebeldes suspenderán su ataque contra Froa y Kafraya.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo de monitoreo con sede en Reino Unido, dijo que la tregua se respetó hoy.
El diario libanés Asafir resaltó que "el papel regional e internacional ha tenido una participación más clara en el proceso de solución y para lograr entendimientos en el terreno".
Analistas sirios dijeron que breve tregua podría ser un módulo a partir del cual seguir avanzando e incrementar el cese el fuego a una extensión mayor, en particular con el reciente frenesí político y diplomático en la región.
"Si la tregua continúa, podría ser la puerta para nuevas negociaciones en otros lugares de Siria", dijo el analista sirio Maher Abdul-Salam.
Abdul-Salam dijo que los países influyentes de la región no sólo son facilitadores para terminar con la violencia en Siria, "sino que también puedo decir que los actores regionales son la única fuerza capaz de terminar con el conflicto en Siria".
Si se mira un mapa de la alianza, verán que el gobierno es apoyado por Irán, el movimiento Ahrar al-Sham es respaldado por Turquía y Jaish al-Islam (Ejército del Islam) es apoyado por Arabia Saudí.
Sin embargo, los analistas no creen que las negociaciones puedan ser una opción en el caso del trato hacia el Estado Islámico (IE), el cual se ha vuelto inestable.
Una fuerza unida para hacer frente al EI es la única forma de detener el impulso de este grupo descrito como terrorista.