"¡Qué maravilla es estar aquí!", expresó hoy el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en su discurso de reapertura oficial de la Embajada de su país en Cuba.
"Me siento en casa porque en realidad se trata de una ocasión memorable", dijo el diplomático en su alocución de unos 15 minutos, en la que destacó que este es un día para dejar a un lado "viejas barreras", al tiempo que opinó que el futuro de Cuba solo deben decidirlo los cubanos.
"Aplaudo a los presidentes (Barack) Obama y (Raúl) Castro por haber tenido el coraje de unirnos", añadió Kerry, y acotó que el camino será largo, pero que "no hay nada que temer, ya que serán muchos los beneficios de los que gozaremos cuando permitamos a nuestros ciudadanos conocerse mejor".
Habrá muchas cosas en las que no estaremos de acuerdo, pero somos vecinos, y los vecinos siempre tienen mucho de qué hablar, consideró el jefe de la diplomacia estadounidense, quien llamó asimismo a "sustituir el enojo y la rabia por algo más productivo".
Con respecto al bloqueo económico, comercial y financiero que Washington mantiene sobre la mayor de las Antillas, el representante de Washington expresó que es "un camino de porfías", llamó a las partes a eliminar escollos, y precisó: "el levantamiento del bloqueo es un paso que favorecemos con gran fuerza".
En una parte de su alocución, dijo en español: Este es el momento de acercarnos dos pueblos que no son enemigos ni rivales, sino vecinos, es el momento e desplegar nuestras banderas, enarbolarlas, hacer saber al resto del mundo que nos deseamos los mejor los unos a los otros.
Luego de agradecer el trabajo desempeñado por la delegación cubana encargada de las negociaciones bilaterales, el alto funcionario acotó que esa Embajada es símbolo de la reanudación de relaciones bilaterales, y precisó que desde 1945, esta es la primera vez que un secretario de Estado del país norteño visita la ínsula.
Estados Unidos acoge con beneplácito la reanudación de relaciones con Cuba; el camino es largo, y es por ello que hay que comenzar en este mismo instante, puntualizó John Kerry, y llamó a cubanos y estadounidenses a visitarse, realizar negocios, conocerse mutuamente y aprender los unos de los otros.
"El aislamiento entre Cuba y Estados Unidos no es el camino correcto... el establecimiento de relaciones es algo que los países hacen juntos", dijo Kerry, y destacó el incremento de visitas de norteamericanos a la isla y la exploración de empresas norteamericanas en la nación antillana, en particular en la esfera de las telecomunicaciones.
Quiero rendir tributo al pueblo cubano, a la comunidad cubano-americana, y considero que todo lo que divide a los pueblos es un pecado contra la humanidad, destacó.
Por otro lado, destacó el simbolismo que constituyó la presencia en el acto de los tres soldados norteamericanos que el 4 de enero de 1961 arriaron su enseña nacional de la Embajada, como señal de ruptura, y que ahora presenciaban el izamiento otra vez de la bandera estadounidense, como señal de restauración de las relaciones.
"Ellos tres prometieron que volverían, para izarla otra vez...nadie pudo adivinar cuánto habría que esperar para ello", expresó John Kerry.