LA HABANA, 5 sep (Xinhua) -- Cuba puso en marcha el proceso de eliminación de las sustancias agotadoras de la Capa de Ozono (SAO), con el inicio de los trabajos en una moderna planta construida para esos fines.
El país logró destruir este año 258,4 kilogramos de esas sustancias, resultado que lo ubica dentro del reducido grupo de naciones de la región con capacidad para realizar esta compleja labor, dijo la especialista de la Oficina Técnica de Ozono (OTOZ), Natacha Figueredo, citada hoy por Radio Habana Cuba.
Ese trabajo es ejecutado en una moderna planta de tecnología japonesa construida con ese propósito en la fábrica de cemento de Siguaney, en la central provincia de Sancti Spíritus, la cual se puso en marcha en abril pasado y en la actualidad transita por una etapa de estabilización de su funcionamiento.
De acuerdo con la experta, en una primera fase serán destruidas las SAO recogidas durante la sustitución de más de dos millones y medio de refrigeradores y cerca de 300.000 aires acondicionados del sector residencial.
Esa campaña de sustitución de equipos, que formó parte de la llamada Revolución Energética impulsada por el gobierno en la década pasada, permitió eliminar completamente el uso en la isla de los Clorofluorocarbonos (CFC) en la refrigeración doméstica.
Figueredo anunció que después serán sometidos a este proceso los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) que se acopien a partir de los próximos meses en los talleres de refrigeración y climatización.
Además de contribuir a la protección de la Capa de Ozono, la destrucción de las SAO también repercute en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo cual favorece la mitigación de los efectos del cambio climático.
Cuba tiene previsto eliminar en los próximos 20 años unas 130 toneladas de gases contaminantes, ahora almacenados.
La planta cubana de destrucción de SAO es única en su tipo en América Latina y el Caribe, resultado de la colaboración entre el gobierno de la isla y el Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, mediante el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Con tecnología automatizada suministrada por la firma española Miesa Exportación S.L., el costo del equipamiento adquirido para la fábrica está valuado en unos 250.000 dólares.
Además de la eliminación del uso de la CFC, la isla consiguió la abolición del empleo de la fumigación con bromuro de metilo en la agricultura, en particular en cultivos protegidos como el tabaco.
Cuba es signataria del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, de 1985, y del Protocolo de Montreal, de 1987, relacionado con la eliminación de la producción y el consumo de productos químicos industriales dañinos al medio ambiente.
La capa de ozono está ubicada en el anillo exterior de la Tierra, entre 15 y 50 kilómetros de la estratosfera, y sirve de escudo al planeta contra las emanaciones solares que dañan el sistema inmunológico, la vista, la piel, y en general la vida de los seres humanos.