La canciller venezolana Delcy Rodríguez acusó hoy a su colega de Colombia, María Angela Holguín, de exponer "falsedades" en Ginebra, Suiza, sobre la situación en la frontera que comparten ambos países.
A través de su cuenta en la red social Twitter, Rodríguez escribió que "Holguín pierde su tiempo en Ginebra llevando falsedades sobre la frontera con Venezuela al mejor estilo de un 'reality show' (telerrealidad)".
La canciller colombiana inició este viernes en Ginebra una gira internacional, después de acompañar la víspera, en una visita a la ciudad colombiana de Cúcuta, al secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para conocer la situación en la frontera con Venezuela.
Entre las actividades que la canciller colombiana tiene previstas en su agenda, está una reunión con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, y con la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur).
La ministra tene previsto también concretar un encuentro con el director de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), William Lacy Swing, según la agenda anunciada por la cancillería de Colombia.
De Ginebra, Holguín se trasladará a Nueva York, donde el miércoles será recibida por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y por el director de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de ese organismo multilateral (OCHA), Stephen O'Brien.
Dichos encuentros forman parte de una estrategia de denuncia ante la comunidad internacional por supuestas violaciones a los derechos humanos de colombianos residentes ilegales en Venezuela, deportados como parte de una operación de seguridad especial activado por Caracas el pasado 19 de agosto.
Rodríguez recordó que el gobierno venezolano decidió adoptar "medidas soberanas" como el cierre por tiempo indefinido del paso entre el estado Táchira (oeste) con la ciudad colombiana de Cúcuta, "para proteger al pueblo del crimen transfronterizo que ha desbordado a las autoridades colombianas".
A esta acción se sumaron la declaración de estado de excepción en 10 municipios de la entidad andina, el despliegue de una operación de seguridad especial en toda la zona y el inicio de un censo integral en los territorios venezolanos limítrofes con Colombia para conocer las necesidades y particularidades de la población que allí habita.
La aplicación de estas medidas responden al ataque perpetrado el pasado 19 de agosto por grupos paramilitares colombianos, contra efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana que resguardaban la zona fronteriza.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó al diálogo a su colega colombiano, Juan Manuel Santos, para abordar el tema y acordar acciones conjuntas que pongan fin a las prácticas criminales de estas bandas armadas, así como al contrabando de extracción que afecta considerablemente la economía venezolana.
Santos, sin embargo, ha eludido dicha propuesta e insiste en condicionar un eventual encuentro, posición criticada por las autoridades de Caracas, quienes consideran se debe a "presiones de la oligarquía" nacional y a la "falta de voluntad política" para solucionar la crítica situación.
La canciller venezolana escribió este lunes en Twitter que en ese asunto el gobierno colombiano tiene una gran cuota de responsabilidad e instó a su colega Olguín a hablar del "éxodo humanitario de hermanos colombianos que vienen a Venezuela huyendo de la violencia y la pobreza".
También cuestionó el silencio que guarda la canciller colombiana ante "las familias abandonadas en la pobreza, producto del modelo neoliberal fracasado (...) las fosas comunes encontradas con cientos de cadáveres descuartizados y mutilados", consecuencias del narcotráfico.
Rodríguez se refirió a la aplicación de leyes como la resolución número 8 del año 2000, cuando el entonces presidente colombiano Andrés Pastrana "legalizó y legitimó el ataque a la moneda venezolana", al autorizar el intercambio directo de monedas con los países vecinos, sin pasar por el dólar.
No obstante, la canciller venezolana ratificó la disposición de su gobierno al "diálogo sincero y ajustado al Derecho Internacional entre las dos Repúblicas hermanas", a su entender, la única vía para solventar la tensa situación suscitada en la frontera.